29 de octubre 2018 - 22:24

Sustentabilidad, una apuesta para lograr más y mejores vinos

Con el objetivo de "entregar los viñedos mejor que cuando los recibimos", la bodega Trivento busca maximizar su producción a través del cuidado del medioambiente.

Sustentabilidad, una apuesta para lograr más y mejores vinos
En busca de seducir a nuevos consumidores causando el menor impacto ambiental posible, la bodega Trivento, filial local de la chilena Concha y Toro, apuesta a la sustentabilidad como una herramienta para lograr más y mejores vinos sin perder la esencia del "terruño mendocino", característica central en el sabor de sus productos.

Fundada en 1996 con la adquisición de una bodega de 2 millones de litros y de la finca Los Vientos, de 154 hectáreas, ambas ubicadas en la localidad de Maipú, Trivento lleva invertidos u$s 94,5 millones en sus 22 años de vida. Solo en 2017 y acompañada por la buena situación climática, la empresa tuvo una facturación de u$s 65 millones a través de un volumen de 2,16 millones de cajas.

Actualmente la compañía cuenta con una extensión de 1655 hectáreas plantadas que se reparten entre las Fincas Los Ponchos, Los Indios y Los Sauces (Valle de Uco); las Fincas Los Vientos y Cruz del Alto y Las Cumbres (Oasis Luján-Maipú); y Las Fincas Los Portones, Los Zorros, Tres Porteñas y Los Olivos (Oasis Este), y sus vinos se comercializan en más de 100 países, entre los que se destacan el Reino Unido, los EEUU y Rusia, entre otros, siendo la marca vinícola argentina de mayor cobertura global.



Para el año 2020 y bajo la conducción de Cristian Linares en la Gerencia Agrícola, Trivento tiene como objetivo alcanzar las 1584 hectáreas plantadas, correspondiendo 750 de ellas al varietal Malbec. Para esto, la bodega se ampara en un programa sustentable de tres puntos que busca obtener mejores productos reduciendo la contaminación llamado "Vine Nutrition Program" (VNP). "Queremos entregar los viñedos mejor que como los recibimos", destacó Linares en un encuentro con la prensa del que participó ámbito.com.

La primera de las aristas consiste en el estudio de nutrientes inorgánicos y apunta a entregar a cada planta "los nutrientes en cantidad necesaria" y en "el momento oportuno", según destacó el gerente en la presentación del VNP ante la prensa. Tal como se observa en el gráfico, los estudios se realizan a través de la colocación de zondas junto a los viñedos que permiten medir las cantidades de nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio de los suelos.



El segundo punto del proyecto se basa en el estudio de sustancias húmicas (humus), y tiene como meta el mejoramiento del suelo y la optimización y aprovechamiento de los nutrientes. Para ello se utiliza el vermicompostaje, proceso producto de la descomposición de la materia orgánica realizada por lombrices, para lo cual la bodega promueve la cría de estos animales.

Por último, la tercera pata del plan consiste en el estudio de microorganismos del suelo para favorecer la mineralización y solubilización de nutrientes y estimular el crecimiento radicular. Para llevar adelante el programa, Trivento cuenta con apoyo y colaboración del Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) que presta logística y asesoramiento a los especialistas de la empresa.

Pero además del intercambio con entidades públicas, la bodega también se ampara en la información que proviene desde el Centro de Investigación e Innovación de Concha y Toro, un laboratorio con tecnología de punta situado en la región chilena de Talca que busca maximizar la producción de vinos causando el menor daño posible a la naturaleza y explotando los recursos al máximo.



• El caso chileno

Al igual que en su versión argentina, la bodega Concha y Toro lleva adelante un riguroso programa de sustentabilidad que se basa en los principios del Pacto Global y en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), lineamientos emitidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU) que buscan generar un "impacto positivo" en la Tierra.

De este modo, la empresa realizó un corte organizativo transversal haciendo que cada sector que la conforma se encargue de "gestionar sus propias actividades de manera armoniosa con el medioambiente", según destacó la jefa de Sustentabilidad de la compañía, Valentina Lira, al presentar el "Resumen Reporte de Sustentabilidad 2017".



En este sentido, se destaca que, durante el último año, Concha y Toro logró reducir en un 17% la huella hídrica para producir una copa de vino, y el 100% de sus viñedos ya cuentan con el sistema de riego por goteo. Además, la bodega trabaja en la implementación de energías limpias a través de la construcción de 10 plantas fotovoltaícas.

Por otra parte, un 96% de los materiales utilizados en la producción de sus vinos ya son reciclados mientras que solo un 4% de ellos culmina en rellenos sanitarios, y los gases de efecto invernadero lograron ser reducidos en un 6%.

Para 2020 la meta es que ningún residuo sea enviado a rellenos sanitarios, y reducir en un 10% el litro de agua por copa de vino. Asimismo, se busca achicar en un 15% las emisiones por botella de vino producida que son transportadas por vía terrestre, según destaca el reporte.

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