La sobreproducción de fruta y los altos costos afectan la actividad
La producción de manzanas sufre una importante crisis, al igual que muchas actividades agropecuarias del país, pero un solo dato basta para darse cuenta del panorama de este sector: cerca de 80 por ciento del Valle de Río Negro se encuentra en quiebra o en convocatoria. El dato fue revelado por integrantes del sector industrial y exportador, quienes aseguraron que la sobreproducción que se registró este año junto con la fuerte retracción del consumo interno, las elevadas tasas de interés y altos los impuestos son los causantes de esta crisis. Las ventas al exterior de manzanas se duplicaron y crecieron 92% en los últimos ocho meses, alcanzando 157.400 toneladas, según cifras publicadas por la Fundación Barrera Patagónica (Funbapa). Para el organismo, el comercio de manzanas creció 60% respecto del mismo período del año anterior, llegando a 765.000 toneladas de manzanas enviadas desde el Valle.
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Si bien los exportadores reconocieron que Brasil, que actualmente demanda más fruta que el Mercado Central de Buenos Aires, absorbió una gran parte de las ventas, aseguraron que la paridad cambiaria con el país vecino afecta los valores de la fruta argentina.Yessica Lamperti, de la firma Lamperti Hnos, indicó que el cambio constante del real retrasa los pagos y, por lo tanto, difiere mucho el precio pactado antes del envío y el del momento de la entrega. «Hoy Brasil compra una caja de manzanas de 19 kilos a u$s 5, cuando hace 5 años la pagaba a u$s 18», se queja Lamperti. Según datos oficiales, los precios mayoristas en Brasil estuvieron entre los u$s 11,4 y 13,8 u$s la caja con 19 kilos, es decir, 31,9 reales aproximadamente. En tanto, el mercado interno sufrió una importante retracción durante los últimos 3 años. Los productores aseguran que el consumo de fruta en el país disminuyó fuertemente y que prácticamente «no existe». Muchos reclaman una campaña de promoción, ya que, aseguran, «la gente no compra fruta porque es un postre y, a la hora de reducir costos, es el primer producto que se quita de la canasta familiar».
La importante producción que se registró durante esta campaña repercutió severamente en la rentabilidad de muchos frigoríficos que «están llenos de frutas y no tienen dónde colocarla», indicaron. «Tenemos la obligación de vender al precio que sea, porque es un producto perecedero», indicaron.
Sin protección
En este sentido, señalaron que los comerciantes argentinos prefieren comprar fruta chilena antes que la nacional, porque tienen un tamaño más chico y parejo. «Chile, que hace algunos años estaba muy por detrás nuestro, nos pasó por encima», recalcó otro exportador de la zona del Valle, mientras se quejaba porque no hay protección ante la importación, debido a que «los camiones chilenos circulan libremente por las rutas argentinas sin pagar un canon». En cambio, aseguran que la estrategia de Brasil es comprar fruta argentina para su mercado interno y desarrollar otras variedades para exportar a Europa.
Marco Constantino, de la empresa Fruteco, aseguró que los valores están por debajo de los costos de producción, «ya que hay que pagar muchos impuestos caros, y los insumos subieron respecto del año anterior». Sin embargo, los exportadores reconocen que tanto los precios de exportación ultramar como los de Brasil no registraron muchos cambios respecto del año anterior, pero la convertibilidad sitúa a las ventas argentinas en condiciones disímiles. «Nuestro cambio, las altas tasas de interés de los créditos y los impuestos nos desfavorecen en gran medida», señalan. Asimismo, resaltaron: «Pagamos un IVA de 21% en el precio de los insumos, pero vendemos con un IVA de 10,5% y no recuperamos aún la diferencia de porcentaje en la DGI, en donde tenemos dinero a favor».
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