17 de mayo 2025 - 21:00

Cumplió su sueño de jugar en Boca, pero una lesión lo obligó a retirarse y hoy se gana la vida como remisero

Se vio obligado a retirarse del fútbol profesional, pero logró reinventarse , lo que habla de su capacidad de resiliencia.

La triste historia de Luis Mario Saraco. 

La triste historia de Luis Mario Saraco. 

Jugar al fútbol de manera profesional, llegar a primera y vestir la camiseta de tu club es uno de los sueños mas añorados por los mas chicos, que crecieron viendo a sus ídolos dejar todo en la cancha. Sin embargo, a veces la vida tiene planes muy diferentes a lo que proyectamos.

Luis Mario Saraco debutó en Boca Juniors en 1975. Inició su carrera en las inferiores del Xeneize, tuvo la oportunidad de disputar partidos en Primera División y firmó su primer contrato profesional en 1976. Sin embargo, su futuro en el fútbol se vio interrumpido por un grave incidente que cambió por completo su vida.

Luis Mario Saraco

Podía quedar ciego: la lesión que terminó con los sueños de Luis Mario Saraco

Durante su corta carrera en Boca, Saraco jugó en varias categorías, desde la novena hasta la Primera División. La expectativa de llegar a consolidarse como jugador profesional se vio abruptamente interrumpida cuando, tras disputar partidos de barrio en condiciones poco organizadas y de alta exigencia física, sufrió un desprendimiento de retina producto de un golpe en el ojo.

El jugador se sometió a una operación; sin embargo, el resultado no fue el esperado. El médico le informó que continuar desempeñándose en el fútbol profesional supondría un riesgo muy alto, pues podía quedarse ciego. Esta advertencia forzó a Saraco a tomar la dolorosa decisión de colgar los botines a la temprana edad de 21 años, poniendo fin a una carrera que se perfilaba prometedora y cortando sus sueños deportivos de vivir del fútbol.

La vida de Luis Mario Saraco lejos del fútbol

Lejos del mundo del fútbol, Saraco se reinventó en el ámbito laboral. Tras abandonar el deporte profesional, se estableció en Villa Luzuriaga, en la localidad de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, donde comenzó a trabajar como remisero.

En sus propias palabras, el exfutbolista reconoce lo fundamental que fue haber pasado por Boca Juniors, aspecto que hoy valora aún más cuando visita La Bombonera y recuerda aquellos momentos. A pesar del dolor y la desilusión que supuso perder la posibilidad de seguir en una carrera competitiva, Saraco se adaptó a la realidad y encontró en su trabajo actual una manera de sobreponerse a la adversidad.

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