27 de junio 2025 - 13:11

Córdoba le suma dólares al BCRA pero el FMI advierte: qué mirar para saber adónde se dirige el tipo de cambio

Mientras el BCRA suma algunas divisas en las reservas, el FMI analiza si va a considerar la misión en la Argentina como una evaluación formal de las metas.

El FMI monitoréa los dólares de las reservas durante su visita a Argentina.

El FMI monitoréa los dólares de las reservas durante su visita a Argentina.

Imagen creada con inteligencia artificial

La reciente llegada de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina intensificó el debate sobre la política cambiaria del gobierno de Javier Milei. En un contexto crítico marcado por el fin de la cosecha gruesa, los desafíos para sostener los dólares de las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y el auge de la colocación de deuda corporativa y provincial parecen resaltar las necesidades y desequilibrios del Gobierno.

Mientras el FMI presiona por una mayor flexibilización del tipo de cambio, el ministro Luis Caputo defiende su esquema de flotación dentro de una banda cambiaria, minimizando intervenciones en el mercado spot pero recurriendo a operaciones en el mercado de futuros para estabilizar expectativas.

Este escenario, agravado por vencimientos de deuda en julio, se ve influenciado por el ingreso de divisas proveniente de obligaciones negociables (ON) y bonos provinciales, un mecanismo que recuerda el período 2016-2018 y que en 2024 alcanzó un récord de u$s13.222 millones, liderado por empresas energéticas y seguido, en 2025, por unos u$s5.000 millones adicionales, a los que se acaba de sumar en las últimas horas la emisión de la provincia de Córdoba. Estas colocaciones representan una fuente clave de dólares para el Gobierno, pero también un punto de tensión en las negociaciones con el FMI, que evalúa la sostenibilidad de esta estrategia en un año electoral.

La defensa del Gobierno: un dólar que "flota" con intervenciones puntuales

El viceministro de Economía, José Luis Daza, ha sido uno de los principales voceros de la estrategia cambiaria del Gobierno. Durante el Argentina Economic Forum, organizado por el Institute of International Finance (IIF), Daza insistió en que el tipo de cambio "flota" y no está anclado, sino determinado por la oferta y la demanda de divisas. Según el funcionario, la liberalización del cepo cambiario para personas físicas, implementada en abril de 2025, ha permitido un mercado más libre, sin intervenciones directas del BCRA en el mercado spot. "El dólar se mueve según las fuerzas del mercado", afirmó, descartando las acusaciones de un atraso cambiario.

No obstante, Daza admitió que en mayo se realizó una intervención específica en el mercado de futuros para corregir una distorsión en un contrato que impactaba los precios, operación coordinada con el FMI dentro del programa vigente. Esta acción permitió al BCRA recibir un desembolso de u$s12.000 millones, destinado a recapitalizar sus reservas. En el mismo sentido, el presidente Javier Milei ha reiterado que no es necesario un salto devaluatorio, argumentando que la política de emisión cero y el ancla fiscal garantizan la estabilidad cambiaria.

El vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, reforzó esta postura en un evento del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), afirmando que "no faltan reservas, sobran", y destacando que el mercado cambiario se ha liberado sin generar un "apocalipsis cambiario". Werning subrayó que el acuerdo con el FMI permitió al Gobierno avanzar en la tercera fase del plan económico, evitando intervenciones que generen presiones al alza sobre el tipo de cambio. El flujo de divisas proveniente de las colocaciones de ON, que alcanzó un récord de u$s13.222 millones en 2024, impulsado por el blanqueo de capitales y la baja del riesgo país, ha sido un pilar para sostener esta estrategia.

El FMI y la presión sobre las reservas

La misión del FMI, que evalúa el cumplimiento de las metas del acuerdo, ha centrado su atención en las reservas internacionales y la sostenibilidad del esquema cambiario, cuestionando la dependencia de ingresos por colocaciones de deuda. El organismo anticipa una mayor presión sobre las arcas del BCRA a partir de julio, debido a vencimientos de deuda por u$s4.200 millones. Este escenario se ve agravado por el fin de la cosecha gruesa, que tradicionalmente aporta un flujo significativo de divisas entre abril y junio, pero que ahora dejará al Central con menos ingresos orgánicos para enfrentar las obligaciones externas.

Analistas estiman que el BCRA ha intervenido en los mercados de futuros, dólar MEP y CCL con más de u$s2.200 millones desde abril, lo que sugiere un esfuerzo por contener la brecha cambiaria en un contexto de creciente demanda de cobertura. La economista Milagros Gismondi señaló que la proximidad de las elecciones legislativas de octubre podría intensificar esta presión, con el dólar futuro para diciembre cotizando a $1.355, lo que implica una tasa implícita del 36%.

Estas intervenciones, aunque negadas en el mercado spot, han generado críticas del FMI, que busca una mayor flexibilización del tipo de cambio para evitar distorsiones y cuestiona si el auge de las colocaciones de deuda, lideradas por el sector energético (que captó u$s7.500 millones en 2024, especialmente en Vaca Muerta), es sostenible a largo plazo.

Un exdirector del FMI advirtió que Argentina no cumplirá con las metas de acumulación de reservas en la revisión de julio, lo que podría complicar las negociaciones. Una fuente vinculada a las negociaciones entre el organismo y el Gobierno le dijo a Ámbito que se encuentra sobre la mesa la posibilidad de que la visita del FMI no sea considerada una evaluación formal, lo que daría la chance a la Casa Rosada de solicitar que ese examen se realice más adelante.

Según estimaciones, las reservas netas del BCRA se encuentran en terreno negativo (-u$s8.500 millones), lejos de la meta de u$s2.600 millones para junio. Cumplir con este objetivo requeriría acumular alrededor de u$s4.400 millones, un desafío que podría exigir nuevos endeudamientos a tasas elevadas, dado que el riesgo país se mantiene en 678 puntos básicos. La reactivación del mercado de deuda, con 481 emisiones en 2024 (un 7% más que el pico de 2017), ha proporcionado un alivio temporal, pero el FMI insiste en la necesidad de acumulación genuina de reservas más allá de estas fuentes.

La colocación de deuda de Córdoba: un indicio del rumbo cambiario

La provincia de Córdoba marcó un hito ayer al volver a los mercados internacionales, emulando el período 2016-2018 cuando las provincias argentinas accedieron activamente al financiamiento externo. Córdoba colocó u$s725 millones en bonos con vencimiento en 2032, a una tasa de 9,75%, bajo la ley de Nueva York, e incluyó una oferta de recompra de bonos con vencimiento en 2027 por u$s516 millones, a un precio de $s99,5 por cada u$s100 de valor nominal.

Esta operación, la primera de una jurisdicción argentina desde 2017, refleja la reapertura del mercado de deuda provincial, que en 2016-2018 captó cerca de u$s10.000 millones en conjunto. Las condiciones que el Gobierno imponga a Córdoba para la gestión de los dólares obtenidos podrían revelar señales sobre la política cambiaria. Según los analistas, la administración de la porción líquida de estos fondos, tras el repago o recompra del bono 2027, será determinante, con impactos potencialmente positivos (o negativos) según las decisiones tomadas. Para el gobierno provincial, anticipar una posible corrección del tipo de cambio en los próximos meses es crucial, ya que una exigencia de convertir estos dólares a pesos al tipo de cambio oficial en el corto plazo podría generar pérdidas significativas en caso de devaluación, lo que resalta la relevancia de esta operación en el contexto cambiario nacional.

Desafíos en un contexto electoral y post-cosecha

El fin de la cosecha gruesa marca un punto de inflexión para la economía argentina, ya que el tercer trimestre históricamente registra una menor acumulación de reservas. Los vencimientos de deuda por u$s18.900 millones en 2025, combinados con un déficit de cuenta corriente de u$s5.200 millones en el primer trimestre, representan riesgos significativos.

Sin un nuevo desembolso del FMI, estimado en u$s2.000 millones, la estrategia de apreciación cambiaria podría volverse insostenible, especialmente si la demanda de dólares se acelera por la incertidumbre electoral. La colocación de deuda corporativa, que en 2024 alcanzó un récord de u$s13.222 millones con 481 emisiones, lideradas por empresas como YPF (u$s800 millones a 8,75%) y Pampa Energía (u$s600 millones a 5,75%), ha sido un pilar para el ingreso de divisas. En 2025, nuevas colocaciones, como la de Córdoba (u$s725 millones), refuerzan esta tendencia, pero los vencimientos de deuda corporativa, estimados en u$s4.100 millones para el año, plantean un desafío adicional.

El Gobierno, sin embargo, mantiene un discurso optimista. Daza destacó que el déficit de cuenta corriente es "razonable" y está explicado por el aumento de la inversión, comparándolo con casos internacionales. Además, confía en que la inflación convergerá a niveles bajos, apoyada por la disciplina fiscal y monetaria. No obstante, economistas como Diego Giacomini advierten que el esquema cambiario actual es "dinámicamente inconsistente", y el reciente salto del dólar blue refleja las tensiones latentes en el mercado. La dependencia de las colocaciones de deuda, tanto corporativa como provincial, agrega una capa de complejidad, ya que su sostenibilidad dependerá de la capacidad del Gobierno para mantener la confianza de los inversores y evitar una corrección abrupta del tipo de cambio.

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