De a poco, Santa va soltando regalos

Casi cuesta aceptarlo, pero la de ayer fue una buena rueda. Es cierto que en la primera hora las cosas lucían como que tendríamos una "excelente" jornada bursátil (el NASDAQ alcanzaba a trepar 0,53%), pero a partir de ahí el mercado se derrumbó y no fue hasta los últimos setenta minutos de operaciones cuando comenzó a recuperarse para pasar al lado ganador. Al cierre el Promedio Industrial había trepado 0,14%, a 10.691,45 puntos, en tanto el índice del mercado electrónico subía 0,13%. Es cierto que estos valores no son significativos, pero, si tenemos en cuenta que nos movemos en un mercado en el cual se está realizando un fortísimo rebalanceo de carteras (ayer se negociaron casi 1.700 millones de acciones en el NYSE y cerca de 2.400 en el NASDAQ), se entiende la paridad que hay entre fuerzas bajistas y alcistas, y por qué una variación "pequeña" puede ser más significativa que en condiciones normales. Es así como finalmente poco importó a los inversores que el invierno promete ser inusualmente frío, que por ello el petróleo trepara más de 5% a u$s 44,15 por barril, que el dólar volviera de caer frente al euro (u$s 1,3404) y al yen (104,26), o que la tasa de los treasuries se empinara (4,07% a 10 años). Más atención recibieron, en cambio, los anuncios de que Sprint y Nextel se fusionaban, y la oferta inicial de acciones de conocido complejo de juego Las Vegas Sands que voló 60% en su primer día de listado. Mirando los números, es claro que el mercado no está pasando por un momento de euforia al que podamos definir como un verdadero rally.