El gobierno busca eliminar el monotributo: qué puede pasar con los trabajadores
La propuesta plantea reemplazar el régimen actual por un sistema unificado de aportes y facturación, lo que impactaría en miles de profesionales independientes.
La reforma evalúa nuevos criterios de recaudación y control fiscal, con cambios en el Impuesto a las Ganancias y el IVA.
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La discusión sobre el futuro del monotributo vuelve a la mesa de debate porque el gobierno de Javier Milei está preparando una reforma tributaria, que enviará a las sesiones extraordinarias de diciembre, para lograr la eliminación total del Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes.
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Las autoridades nacionales sostienen que su intención es “formalizar” la economía y simplificar el esquema impositivo. La propuesta aparece en un paquete fiscal más amplio que también contempla bajar el piso de Ganancias y revisar aranceles considerados “distorsivos”.
Dentro de la reforma tributaria que el Gobierno planea discutir antes de fin de año, uno de los puntos más polémicos es la eliminación del monotributo. La idea, según dejaron trascender funcionarios en reuniones con el sector privado, es unificar a todos los contribuyentes en el régimen general.
Eso implicaría que el esquema simplificado que funciona desde 1998 dejaría de existir y los actuales titulares pasarían a tributar como autónomos.
El borrador que circula describe una reorganización más amplia del sistema: para los autónomos planean establecer una escala que iría de $100.000 a $500.000 y habilitar deducciones de gastos personales, algo que hoy no está contemplado.
En materia de IVA, fijarían un tope equivalente a los ingresos de la actual Categoría F ($33.809.379,57). Los cambios también alcanzan al Impuesto a las Ganancias, donde desde el Ejecutivo proponen un único mínimo no imponible que en 2025 rondaría el salario promedio de 1.7 millones de pesos.
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A esto se suma un nuevo régimen de empleo pensado para incentivar la contratación. En este escenario, las empresas tendrían reducciones en aportes y contribuciones cuando incorporen personal, incluidos ex-monotributistas o personas que hayan estado al menos seis meses sin trabajo.
Por su parte, el Ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó en la Conferencia Anual de FIEL que la reforma también aspira a avanzar sobre tributos provinciales y nacionales que considera “más distorsivos”, como Ingresos Brutos, el impuesto al cheque, las retenciones y Ganancias para empresas. Sin embargo, reconoció que "hoy son muy caros para sacarlas porque recaudan mucho".
Si el monotributo se va, ¿qué pasa con los trabajadores?
Actualmente, el régimen simplificado funciona como una puerta a la formalidad para pequeños prestadores de servicios, profesionales que recién comienzan y emprendedores. Por lo que, pasar al general implicaría obligaciones y montos mensuales más altos, incluso con las deducciones y escalas previstas en la reforma.
Los especialistas advierten que muchos trabajadores quedarían expuestos a una mayor carga administrativa y a la necesidad de llevar contabilidad profesionalizada, algo que hasta ahora no era indispensable.
Además, estiman que podría afectar a la dinámica de contratación, ya que gran parte de la economía independiente se sostiene sobre trabajos que podrían volver a la informalidad.
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