Repunte a última hora poco creído

Hasta las dos de la tarde, nada estaba demasiado claro. Tanto podía el mercado terminar del lado ganador como el perdedor, ya que así se había movido hasta entonces. Sin embargo, en las dos últimas horas algo pareció cambiar y cuando sonaba la chicharra de cierre, el Promedio Industrial trepaba 1,36%, a 11.384,21 puntos, en tanto el NASDAQ subía un más interesante 2,28%. Es cierto que el salto que dio el sector financiero al ganar 6,1% tuvo mucho que ver con lo sucedido (9,3% que avanzó el Bank of America y la desmentida casi oficial de que Freddie Mac y Fannie Mae no necesitaran recapitalizarse fueron importantes en esto, y algo menos lo fueron las palabras del presidente de la Fed -seguirá prestando dinero al sistema financieroy las del secretario del Tesoro - instrumentaría un nuevo plan de «bonos cubiertos» para impulsar el sector inmobiliario-). Pero no fue lo único que justificó el repunte. De hecho, las empresas más pequeñas del mercado ( donde el sector financiero no tiene "peso"), englobadas en el índice Russell 2000, avanzaron 3,7%. Pero tenemos otros factores que fueron importantes. El petróleo, por ejemplo, de la mano de las benévolas palabras del presidente iraní, se desplomó 3,8%, a u$s 136,04 por barril -con lo que acumula en sólo dos jornadas un retroceso de 6,4%-, en tanto los commodities en general derraparon 3%. Para esto último fue importante el repunte del dólar que mejoró 0,5% ante las principales monedas. No sorprendentemente con este escenario por detrás, el sector energético derrapó 1,5%, mientras que las aerolíneas "volaron" 11,2% y las transportistas ganaron 5%.

A pesar de la razonabilidad de los motivos que explican la suba de ayer (cuando salimos del "bear market", ya que el Dow pierde 19,6 por ciento y el NASDAQ 19,8 por ciento desde sus máximos del año pasado), la sensación que primó es que el repunte tendría "patitas cortas". Al menos que surjan nuevas circunstancias que les den más solidez a las cosas, son muchos los que creen que la desconfianza seguirá siendo el factor dominante. A no confiarse en ningún sentido.