21 de septiembre 2007 - 00:00

Se sinceró Cavallo

• Asume que nadie lo votaría.
• Anticipa otra hiperinflación.

Volvió a hablar, después de mucho tiempo, Domingo Cavallo, con la vehemencia y la violencia verbal que lo caracterizaron como ministro y opositor. Fue en Córdoba, ante la Fundación Mediterránea, lugar del que despegó como economista y adonde retornó ayer. Empezó por una confesión: no hará política por ahora, porque sabe que nadie lo votaría. Pero luego defendió abiertamente la convertibilidad, dijo que la volvería a aplicar y alertó sobre otra hiperinflación inminente si se continúa con la actual política económica y el atraso tarifario. Las declaraciones generaron pánico entre los empresarios anfitriones de Cavallo. Fue el caso de Sergio Roggio, quien rápidamente corrigió: "Esta opinión, especialmente en lo que se refiere a los últimos cuatro años, no la comparte la institución".

Domingo Cavallo
Domingo Cavallo
Córdoba - (enviada especial) -«La Argentina podría entrar en un período de estanflación, similar al que se vivió en la década del ochenta, que desembocó posteriormente en hiperinflación.» El pronóstico es del ex ministro de Economía Domingo Cavallo, que lo lanzó en la segunda y última jornada del congreso realizado por Fundación Mediterránea por su 30° aniversario. También calificó de « oportunista» a Néstor Kirchner, de quien dijo que «lo que dice hoy es todo lo contrario a lo que creía y decía en los noventa», y calificó de « ignorancia supina» las opiniones del Presidente sobre la economía del país.

El discurso de Cavallo fue de una dureza tal que un casi angustiado Sergio Roggio -presidente de la Mediterránea y desvinculado hace dos años del grupo que encabeza su primo Aldo- debió afirmar que «lo que dice Cavallo no coincide con la línea de pensamiento de nuestra Fundación».

Acompañado por su esposa Sonia y por un grupo de empresarios cordobeses que vienensosteniendo económicamente a la Mediterránea desde los tiempos que Cavallo era economista jefe, el polémico cordobés desgranó sus ideas durante casi una hora. Veamos los pasajes salientes de su exposición:

  • Volvería a aplicar las mismas reglas que apliqué en el pasado cuando el país estaba golpeado por la hiperinflación. Mis medidas fueron acertadas.

  • La clave para salir de la crisis fueron las reformas que se hicieron luego de implementar el plan de convertibilidad. El valor de la convertibilidad no está en el hecho que eliminó la inflación de la economía argentina sino que posibilitó medidas que lograron el crecimiento.

  • La mayor corrupción de los 80 estaba en el gasto público, en cómo se decidían las inversiones, cómo se contrataban y todos los sobreprecios que había asociados al proceso de inversión. Así fue cómo las obras costaron mucho más de los que deberían haber costado.

  • Se eliminó gracias a la transparencia de la convertibilidad que posibilitó la sanción de la ley de administración financiera que estableció de qué forma y con qué requisitos debían presentarse para la ejecución del presupuesto.

  • Reconozco que deberían haberse tomado medidas para facilitar una mayor reinserción laboral de los que quedaron desocupados con la privatización de empresas. El efecto tequila produjo una recesión en la Argentina y muchas empresas aprovecharon la caída de la demanda para despedir personal y persistió el desempleo por bastante tiempo.

  • Menem, Kirchner y De la Sota en sus provincias ganaban las elecciones por el gran apoyo de la gente a la convertibilidad. En ese momento, además, la gente sabía lo que pasaba, no se tergiversaban las estadísticas; al desaparecer la inflación todo era más claro: la gente sabía cuánto iba a ganar al día siguiente y cuánto iban a costar las cosas.

  • Las reformas importantes se hicieron discutidas en el Congreso. Fui el ministro que más horas pasó discutiendo leyes en el Congreso, que hoy no existe; ninguna ley importante se discute allí. En eso, como en muchas otras cosas, retrocedimos en estos últimos seis años.

  • Me peleé con Menem en 1995-1996 porque habíamos avanzado muchísimo en erradicarla corrupción de las viejas empresas del Estado, pero algunas que habían quedado en el área de Hacienda y en las que tenía intereses Alfredo Yabrán mantenían los viejos vicios que habían sido la causa del deterioro argentino.

  • Traté de poner en este sector las reglas de transparencia que habíamos impuesto en toda las áreas de la economía. Menem me alentaba, pero lamentablemente lo comprometieron o se comprometió en no introducir esas reformas que yo pretendía. Confrontamos muy fuerte, por eso no seguí en el gobierno.

  • A Kirchner nunca le contesté. Hoy dice tonterías: todo lo que dice sobre economía es la antítesis de lo que él creía y decía en la década del 90.

  • Hoy en la Argentina me aburro bastante. Doy charlas en el exterior porque todavía de allí me llaman. Podría salir a hablar a los medios como muchos que lo hacen para entretenerse.

  • No lo hago porque creo que hoy vivimos absolutamente a oscuras. La gente no sabe lo que está pasando realmente en este país, y yo no estoy en condiciones de prender la luz en este momento. Lo que yo diga se toma como que estoy resentido.

  • La luz se va a encender pronto, cuando la gente se dé cuenta de que la estuvieron engañando.

  • La actual puede ser una crisis muy traumática. Recomendaría que no partamos del supuesto de que el viento de cola de los últimos años en la Argentina se puede mantener indefinidamente. Este país no va a poder gozar del crédito. Su acceso va a ser más difícil en el futuro. No podríamos financiar un déficit con créditos externos.

  • Las distorsiones de precios relativos con el tipo de política monetaria de este gobierno, que son acomodativas, llevará a inflación.

    Mientras se demore la actualización de precios relativos se va a ir deteriorando la situación fiscal, se acudirá a subsidios, como se hizo en el pasado.

  • Como el gobierno dijo que va a mantener el precio del dólar en términos reales elevados, cuando se corrijan los precios relativos la política monetaria podría acomodar la inflación. De ahí a caer en estanflación, que fue lo que caracterizó el período anterior a los 80, hay un corto paso.

    Estamos enfrentando riesgos de estanflación porque se reintrodujeron en la Argentina todos los defectos que llevaron a que hubiera inflación persistente y se desembocó en hiperinflación.

  • De no acomodarse la economía argentina con reglas como las que se implementaron en los 90 vamos en camino a estar en la misma situación que estuvimos hace 40 años.

    Después, en diálogo con periodistas, Cavallo admitió que le gusta el discurso de Alberto Rodríguez Saá, pero que no votará en las presidenciales de octubre porque «no pienso estar en el país». Agregó que «se usa y abusa de la mentira como herramienta política y eso no es bueno; ejemplo de ello es el tema de los índices de precios».
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