Un mercado que cierra los ojos

Los fríos números hablan de una semana que no fue buena, pero que tampoco podemos decir rotundamente que fuera mala para los tenedores de acciones. Que el Promedio Industrial perdiera 0,5% al cerrar en 10.592,21 puntos, o que el NASDAQ desandara 0,9%, puede sugerir como afirman algunos que pasamos por un proceso de consolidación, mirando a las subas previas y a las que podrían venir. Es cierto que el mercado se ha mostrado impertérrito ante cualquier tipo de malas noticias, desde el ataque al consulado norteamericano en Arabia Saudí pasando por la merma en las ganancias proyectadas de Altera y Xilinx, para terminar con datos macroeconómicos de todo tipo. Pero esta misma renuencia a reaccionar con "las malas", se vio "con las buenas". De hecho, el petróleo continuó su camino bajista llegando a u$s 40,7 (bajó 4,2% a pesar de que el OPEP anunció recortes en la producción), el dólar -la gran sorpresa para muchos-trepó 1,7% a u$s 1,3233 por euro, la tasa de los treasuries bajó 11 puntos básicos a 4,15% anual, y tuvimos un sinnúmero de anuncios y rumores de nuevas fusiones. Lo que está claro es que en estos tiempos el mercado no se ha movido siguiendo los vaivenes que marcarían las noticias, o la tradición bursátil sino por fuerzas de otro tipo. Si bien en un escenario más acotado, como es el diario, es posible una interpretación más precisa (el viernes, el Dow retrocedió 0,09% y el NASDAQ 0,04% golpeado por los datos inflacionarios y el ligero repunte del petróleo) viene siendo claro que en plazos más largos podrían ser las fuerzas de oferta y demanda "brutas" las que determinen cómo ha de finalizar el año el Promedio Industrial.