16 de septiembre 2011 - 00:00

Alarma en Israel: Egipto evalúa revisar el tratado de paz de 1979

Esam Sharaf, primer ministro provisional de Egipto, inquietó ayer a Israel al aludir a una posible modificación del acuerdo de paz de Camp David. La coalición que destituyó a Hosni Mubarak contiene sectores radicales y antiisraelíes.
Esam Sharaf, primer ministro provisional de Egipto, inquietó ayer a Israel al aludir a una posible modificación del acuerdo de paz de Camp David. La coalición que destituyó a Hosni Mubarak contiene sectores radicales y antiisraelíes.
El Cairo - En un hecho que causó ayer fuerte preocupación en Israel, el primer ministro de Egipto, Esam Sharaf, dijo que el acuerdo de paz vigente con el Estado judío no es «sagrado» y que puede ser modificado.

Sus comentarios, realizados durante una entrevista con un canal turco y transmitidos por la televisión estatal egipcia, fueron los más fuertes pronunciados hasta el momento por el Gobierno que asumió tras la caída de Hosni Mubarak en febrero.

«El acuerdo de Camp David no es algo sagrado y siempre está abierto a una discusión acerca de qué beneficiaría a la región y a la causa de una paz justa. Podríamos hacer un cambio si fuera necesario», dijo Sharaf en la entrevista.

«Debemos ocuparnos de la raíz del problema, y el problema en Medio Oriente es la ocupación israelí de la tierra palestina», añadió.

Sectores del movimiento social que provocó en febrero la caída del régimen de Mubarak reclaman una revisión del tratado de paz firmado en 1979.

El Ejército, actualmente en el poder en Egipto, afirmó en varias ocasiones su compromiso con los pactos internacionales firmados por el régimen previo, entre ellos el tratado de Camp David, por el cual Israel le devolvió al país árabe la Península del Sinaí, que había sido conquistada en la guerra de 1967, a cambio de la paz y el mutuo reconocimiento diplomático. Con esa movida, el Estado hebreo logró sacar del conflicto con el mundo árabe a su vecino más poderoso en términos militares.

El analista egipcio Mustafá al Sayid opinó que las palabras de Sharaf podrían haberse referido a la necesidad de reforzar la seguridad en la frontera binacional, que de acuerdo con el tratado de 1979 está sujeta a limitaciones, más que a derogarlo por completo. Sin embargo, sus dichos resonaron con fuerza en Israel.

La controversia se produce en momentos en que Israel teme que la Asamblea de las Naciones Unidas dé un aval, simbólico pero muy fuerte en términos de votos, a la independencia unilateral palestina.

El Cairo ha acusado a las fuerzas israelíes de matar a cinco guardias de seguridad egipcios durante enfrentamientos armados con terroristas palestinos que según Israel previamente habían conducido una emboscada y matado a ocho israelíes.

Centenares de manifestantes egipcios atacaron la embajada israelí el viernes de la semana para protestar contra la muerte de los guardias. La marcha derivó en graves hechos de violencia y en la invasión de la sede diplomática, en hechos que dejaron tres muertos y un millar de heridos.

Seis guardias de seguridad israelíes que custodiaban la Embajada tuvieron que ser rescatados por comandos especiales egipcios -y gracias a la mediación de EE.UU.- para evitar que fueran linchados por los asaltantes.

El embajador israelí, el personal de la embajada y familiares, un total de 80 personas, tuvieron que ser evacuados de urgencia a Israel.

Consultado sobre los comentarios de Sharaf, el portavoz del Gobierno israelí, Mark Regev, dijo que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, recientemente había expresado su compromiso con el tratado al menos en dos ocasiones.

«En ambos casos enfatizó la importancia de mantener el tratado de paz con Egipto y que el tratado de paz es un sostén para la estabilidad regional», señaló.

Entretanto, hechos similares a los de hace una semana estuvieron a punto de producirse en el otro país árabe con el que Israel mantiene relaciones: Jordania.

Cerca de 200 jordanos, rodeados por la policía, quemaron la bandera de Israel en el transcurso de una manifestación que se realizó ayer en Amán, durante la cual se pidió el cierre de la embajada del Estado judío y la ruptura del acuerdo de paz binacional sellado en 1994.

Alrededor de la sede diplomática fue desplegado un cordón de 1.500 agentes, según informaron fuentes de la seguridad local.

La policía levantó barricadas a un kilómetro del edificio para tener distancia de los manifestantes.

Israel decidió el miércoles anticipar un día el cierre semanal de su sede en Aman, ante el temor de que se realicen manifestaciones violentas.

«No a la embajada sionista sobre la tierra jordana», «La gente quiere el cierre de la embajada» y «Liberen a Amán de la embajada y del embajador», fueron algunas de las consignas gritadas por los manifestantes.

Agencias Reuters, AFP, ANSA y EFE, y Ámbito Financiero

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