Así lo dijo una encuesta entre votantes del prestigioso instituto YouGov, disipando la incertidumbre en torno a un referendo clave que podría haber puesto punto final a una unión de 307 años, con fuertes implicancias financieras, económicas y políticas. Los datos oficiales en los primeros cuatro distritos contabilizados reflejaban esa tendencia.
Una masiva concurrencia a las urnas, cercana al 85% de los inscriptos, se notó durante toda la jornada, que transcurrió con visible entusiasmo y sin incidentes, y en la que se vio votar temprano al ministro principal escocés, el nacionalista Alex Salmond, así como al ex primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, uno de los emblemas del voto por el "No".
Las 5.579 mesas electorales distribuidas en 32 municipios abrieron a las 7 y cerraron a las 10 de la noche, cuando comenzó el recuento.
La boleta del referendo incluyó una pregunta directa: "¿Debe Escocia ser un país independiente? Sí o no".
Los 4.285.323 de ciudadanos mayores de 16 años registrados para votar en esta ocasión representan el 97% del electorado de Escocia, el mayor número de votantes en la historia del país.
El carismático Salmond, principal promotor de la independencia, afirmó que "fue una jornada extraordinaria". "Estamos en las manos de los escoceses y no hay lugar más seguro que ése en la población de Escocia, que tomó el futuro del país por sí misma", había declarado tras votar en su poblado de Strichen, en el condado de Aberdeenshire.
"Habrá mucho entusiasmo en toda Escocia", agregó Salmond, quien emitió su voto acompañado por dos jóvenes que ejercieron por primera vez su derecho a votar.
En tanto, Brown hizo lo propio en su localidad de Fife, al norte del país, y luego habló con varias personas de la campaña por el "No".
Por su parte, el jefe de la campaña pro unión "Mejor Juntos", Alistair Darling, que fue jefe del Tesoro británico de 2007 a 2010 bajo el Gobierno de Brown, votó junto a su esposa Maggie en la mesa electoral de Church Hill Theatre, en Edimburgo.
Debido a la geografía del país, que incluye a 790 islas agrupadas en las Shetland, las Orcadas, las Hébridas Interiores y las Hébridas Exteriores, se utilizaron helicópteros para trasladar urnas de sitios remotos hasta los centros de conteo.
Otras regiones aisladas del país dependieron de botes y ferrys para transportar las urnas selladas.
El primer ministro británico, David Cameron, tenía también motivos personales para aguardar con ansiedad el desenlace. La posibilidad de ser el jefe de Gobierno que podía perder la unidad británica después de 307 años -lo que obligaría a negociar antes de marzo de 2016 un difícil divorcio en temas como moneda, reparto de deuda, fronteras y división de la riqueza petrolera- había generado advertencias sobre una rebelión en su Partido Conservador para apartarlo del poder. Sin embargo, el premier "tory" también tiene motivos para preocuparse a partir de hoy, ya que la mayor autonomía que prometió a Escocia a cambio del voto por el "No" irritó también a muchos miembros de su agrupación. Según analistas, la revuelta partidaria podría tener lugar de cualquier modo.
Los mercados financieros, que temían que un triunfo independentista generara una "reacción en cadena" en las Bolsas de Europa, apostaron durante toda la rueda, antes del cierre de las mesas, a un voto de rechazo.
Animada por las últimas encuestas previas a la votación, que ya anticipaban el triunfo del "No", la Bolsa de Londres cerró con una suba del 0,57%. El clima se trasladó a los mercados de Fráncfort, que ganó el 1,41%, y París (0,75%).
En tanto, la libra esterlina subió hasta 1,6372 dólar, desde los 1,633 de la rueda anterior.
El referendo fue un reto para la Unión Europea, que temía que supusiera un ejemplo a seguir por otras regiones separatistas, como Cataluña en España.
Agencias Reuters, AFP, ANSA, DPA y EFE, y Ámbito Financiero |
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