Espectador atento de los debates, Evan Williams, el CEO de la red social virtual Twitter, no sólo se interesó por las exposiciones sobre economía y finanzas. Presenció interesado la charla que dio el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, que presentó a su país ante el selecto auditorio del Foro de Davos como un lugar con gran potencial para los negocios, el comercio y el turismo, al tiempo que animó a asistir a los mundiales de fútbol que se celebran este año allí. «Sudáfrica está realmente preparada para los empresarios y para los aficionados al fútbol de todo el mundo», aseguró Zuma, en respuesta a las dudas que han ido surgiendo acerca de la conveniencia de celebrar la Copa de la FIFA en un país con altos índices de criminalidad, lo que está retrayendo la compra de entradas.
Uno de los asistentes destacados al foro que tendrá mayor participación hoy es el ex presidente estadounidense Bill Clinton. Enviado especial de la ONU en Haití, tiene la tarea de lanzar junto con el presidente del WEF, Klaus Schwab, una iniciativa para la reconstrucción y el desarrollo a largo plazo del país centroamericano. Le tocará repetir lo que ya se escuchaba ayer de otros representantes de la ONU presentes en el foro: en la fase actual es necesario que se done «dinero en efectivo y no mercancías» para Haití.
Los principales defensores de imponer mayores controles al sistema financiero esperan la llegada mañana de una voz que esperan se sume a esta cruzada. Se trata del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien recibirá un premio especial al «estadista global». Le será entregado a pesar de que antes de llegar a Suiza pasó por Foro Social Mundial, un encuentro alternativo al de Davos que se realiza en Porto Alegre.
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