22 de mayo 2009 - 00:48

Cómo remontar una campaña seca en financiamiento

Cómo remontar una campaña seca en financiamiento
Sobre la largada de la siembra de la cosecha fina persisten las dudas entre los agricultores, porque a las dificultades generalizadas por la caída del precio internacional del trigo se sumó también la falta de humedad en el perfil del suelo. En este escenario sin ventana para el optimismo, el dinero es el gran ausente.

Las expectativas esperadas cuando arrancó la campaña gruesa el año pasado hablaban de una soja de u$s 300 a u$s 320 por tonelada y rindes por encima de los 4.000 kilos. Sin embargo, según la zona de producción, sólo se alcanzó la mitad de lo esperado, porque la oleaginosa se plantó con valores que se ubicaron entre u$s 250 y u$s 230, efecto que se transmitió a toda la cadena, sumado a una menor cantidad de fletes. Hubo que esperar hasta mayo para ver a la soja por encima de los u$s 400. Obviamente, el escenario resultó desfavorable también para el Gobierno, porque especulaba con otros valores al cobrar las retenciones sobre la oleaginosa.

Pérdidas a la vista

Muchas empresas que arriendan, y que hoy representan entre el 50% y el 60% de la superficie sembrada a los valores mencionados, pierden plata. Incluso algunos campos que se iban a destinar al arriendo para la fina no fueron alquilados y se encuentran enmalezados. Frente a este estado de cosas, las incógnitas del productor giran sobre la forma en que se refinanciará la deuda que mantiene con los proveedores de insumos, los bancos, los dueños de los campos y en torno al mecanismo que buscará para financiar la campaña de 2009/10. El quebranto es muy grande, aseguran los conocedores.

En los puntos más afectados por la sequía hay pérdidas que alcanzan al 40% y al 50%, como ocurre en el centro y norte de Santa Fe, gran parte de la zona productiva de Entre Ríos, con muy malas condiciones agroclimáticas y Buenos Aires; al igual que en La Pampa, con una situación crítica. En las regiones más afectadas que venían con rindes de 1.500 kilos, se pasó a 850 kilos y otras quedaron con 250 kilos.

Una de las consecuencias más inmediatas es que se prestará menos plata, a una tasa mayor, dinero que todavía no está en un mercado que aparece muy selectivo. Por lo tanto, el productor que necesite crédito deberá garantizar su devolución con propiedades, con activos o calzando alguna venta a futuro, aunque por ahora, las exportaciones argentinas están cerradas o sometidas a severos controles del Estado.

Para quienes estén interesados en arrendar campos, una de las cosas que se recomienda es negociar la forma de pago o renegociar los contratos ya acordados y evitar en lo posible pagar de manera anticipada y en efectivo. Una de las formas de hacerlo es mediante el armado de acuerdos a porcentaje y una vez que se levanta la cosecha, el dueño del campo se lleva una parte y el arrendatario se quedará con el otro tanto por ciento.

De este modo, se evita que la plata quede inmovilizada para pagar el arrendamiento y sí, en cambio, se comparte el riesgo y la ganancia con el dueño del campo.

La otra alternativa es pagar un 20% en el momento de cerrar el contrato, un 10% si se va a sembrar trigo y el 70% restante se paga en cosecha de soja con la mirada puesta en mayo de 2010, porque los alquileres representan el insumo más importante que tiene la producción agropecuaria, comparado con lo invertido en glifosato o fertilizantes. Conclusión: hay que sentarse a negociar largamente con el dueño del campo, porque no es posible pagar en esta campaña lo mismo que el año pasado.

Los insumos

Un mecanismo para la compra de insumos es que el productor negocie con el proveedor para pagar el 50%. En diciembre se entrega el 50% y en mayo de 2010 el resto, más el pago de una tasa de interés que puede ubicarse en el 20%.

Con respecto a la refinanciación de la compra de insumos, depende también de qué tipo de productor se trate. Hay que tener cuidado con la financiación y la refinanciación de las deuda que este año serán muy selectivas, cara y con tasas en alza.

Otra buena estrategia recomendable es tratar de pesificar todo lo que está dolarizado y, en lo posible, financiarse un poco en pesos porque es muy difícil que el dólar valga menos de lo que hoy cuesta.

Pese a que ya se está sobre el arranque de la siembra de la cosecha fina, las señales indican que todo está muy frío, porque nadie compró fertilizante. Puede ser conveniente esperar hasta último, momento, porque anticipar compras no parece ser un buen negocio, ya que en la medida en que bajen los precios internacionales de los cereales -movimiento que por el momento no se observa-, también habrá una rebaja en el valor de los insumos.

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