Barack Obama partió ayer de gira para prolongar el impacto de su promesa de corregir la brecha entre ricos y pobres en EE.UU., delineada en su discurso del martes sobre el estado de la Unión. Se presentó en los almacenes Costco, en Maryland, y en una planta de acero de Pensilvania para impulsar su plan de aumentar el salario mínimo general de 7,25 a 10,10 dólares por hora. La economía creció cuatro años y las ganancias corporativas y los precios de las acciones se dispararon, pero los salarios y los ingresos de los ciudadanos comunes no subieron en una década, dijo.
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