13 de noviembre 2012 - 00:30

En el Gobierno analizan pagar igual en N. York

Mientras se acerca el momento del próximo vencimiento de deuda, el 2 de diciembre, los abogados argentinos y el Ministerio de Economía deben llegar a una salida respecto de qué hacer con ese pago. La idea que más consenso tiene es continuar pagando como hasta ahora en Nueva York, ya que -según interpretan los especialistas- no hay posibilidad alguna de que ni la Justicia de ese distrito ni los fondos buitre intercepten los pagos que se depositarían en el Bank of New York.

«El canje está armado de tal manera que el flujo de fondos está a salvo de cualquier medida de estas características», explicó un abogado que participó en sendos canjes, en 2005 y 2010. Por lo tanto, la posibilidad de pagar tanto los intereses del Global 2017 como el Cupón PBI en otra jurisdicción quedaría reservada sólo en el caso de que se considere imposible depositar esos fondos en los Estados Unidos.

Claro que esta alternativa de que el Gobierno se «corte solo» y realice finalmente los pagos implicaría desconocer a la Justicia norteamericana y en particular la exigencia del juez Thomas Griesa para que los «holdouts» también cobren, de acuerdo con el principio de «pari passu» o igual tratamiento de los inversores.

Desde el Gobierno sólo se limitan a repetir que no hay un solo centavo para que cobren los buitres. Si finalmente se opta por la salida «confrontativa», es decir continuar pagándoles a los inversores que entraron al canje, pero desconociendo (como hasta ahora) al 7% que quedó afuera, el peligro es que se declare el default de la deuda, al menos de acuerdo con la postura de la Justicia norteamericana.

Un informe elaborado por la consultora Empiria, de Hernán Lacunza, señala que en este caso, el Gobierno buscaría atribuir el eventual «default técnico» a fuerzas conspirativas internacionales, que estarían corporizadas en fondos buitre y algunos jueces extranjeros. Los bonos poscanje podrían quedar en situación de default, en particular si el tribunal neoyorquino ordena separar una porción de esos fondos para los «holdouts». Si ello sucede, los bonistas que entraron en los canjes (93% del total) no cobrarían la totalidad de sus acreencias.

Según este informe, hay cinco alternativas para seguir de ahora en más, pero ninguna de ellas ofrece una solución óptima:

· La primera es la ya mencionada, o sea seguir pagando como si nada hubiese sucedido, desoyendo el fallo de Griesa.

· Otra posibilidad es depositar los fondos en una jurisdicción distinta de la de Nueva York, aunque luego se girarían los fondos vía cámaras compensadoras (Euroclear, por ejemplo) para que cada inversor reciba el dinero en su cuenta. Esta posibilidad busca evitar que se embarguen los fondos. Claramente, se trataría de un default técnico para los bonos neoyorquinos, al no cumplirse el lugar de pago establecido en las cláusulas de emisión.

· La alternativa de reabrir el canje (por segunda vez) y negociar con los «holdouts» no parece estar en el menú del Gobierno, que ya negó -vía el ministro de Economía, Hernán Lorenzino- esta posibilidad.

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