23 de febrero 2009 - 00:00

Europa pide dar u$s 500.000 millones al FMI y controlar más a los bancos

Como si fueran paquetes de estímulo, repartió besos por doquier ayer Ángela Merkel. La canciller recibió en Berlín a José Durao Barroso (Comisión Euopea), Mirek Topolanek (primer ministro checo), Gordon Brown (Inglaterra), Sarkozy (Francia) y Jan Balkenende (Holanda).
Como si fueran paquetes de estímulo, repartió besos por doquier ayer Ángela Merkel. La canciller recibió en Berlín a José Durao Barroso (Comisión Euopea), Mirek Topolanek (primer ministro checo), Gordon Brown (Inglaterra), Sarkozy (Francia) y Jan Balkenende (Holanda).
Berlín - Los líderes europeos dejaron de lado sus diferencias y propusieron medidas concretas para enfrentar la crisis: aumentar los recursos del FMI a u$s 500.000 millones y reforzar los mecanismos de control sobre el sistema financiero.
Con miras a la próxima reunión del G-20 en Londres, prevista para abril, los representantes de las potencias europeas se comprometieron a agotar todos los esfuerzos por lograr «una nueva arquitectura financiera mundial» y conciliar una postura «fuerte y común» para recuperar la confianza en los mercados.
Acudieron a la cita los ministros de Finanzas y jefes de Estado y de Gobierno del G-20 (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) y de los invitados especiales (España, Holanda y Luxemburgo), así como el presidente de turno de la UE, la República Checa.
Luego de que el Fondo advirtió varias veces que su capacidad para rescatar a los miembros en problemas podría agotarse de prolongarse la actual crisis económica, los representantes europeos llamaron a duplicar los recursos del organismo «para permitirles ayudar a sus miembros de manera rápida y flexible».
Utilidades
Según precisó el primer ministro británico, Gordon Brown, los fondos adicionales servirán «no sólo para enfrentar las crisis, sino para impedirlas». «Necesitamos una acción internacional para ayudar a los bancos de Europa Central y del Este», donde varios bancos de Europa Occidental están fuertemente expuestos, añadió y señaló que este problema podría ser resuelto por un FMI fortalecido.
También se acordó ampliar el papel supervisor del Foro de Estabilidad Financiera, establecido por los países del G-7 después de la crisis asiática en los 90 y ampliarlo para que incluya a economías emergentes.
«Nos enfrentamos a una crisis extraordinaria y estamos convencidos de que sólo la podemos superar juntos», dijo la canciller Ángela Merkel, anfitriona del encuentro. «Ésta es nuestra última oportunidad. No podemos darnos el lujo de fracasar en Londres», indicó en rueda de prensa el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Los funcionarios acordaron que «ningún mercado financiero, ningún producto ni actor de los mercados quede sin regulación o vigilancia», independientemente de cuál sea su sede. Esto atañe, sobre todo, a sociedades privadas de inversión, a fondos de cobertura y agencias calificadoras, en cuyo control no se permitirá «agujero alguno», según subraya en el documento final difundido tras la reunión.
Además, los líderes europeos abogaron por una lucha eficaz contra los paraísos fiscales y los centros financieros poco transparentes y advirtieron que estudiarán instrumentos sancionadores. Del mismo modo, se comprometieron a buscar un acuerdo para gestionar los activos tóxicos de los bancos y estabilizar con ello el sistema financiero mundial.
Otra señal importante de la «minicumbre» fue el rechazo categórico de las tendencias proteccionistas en el comercio mundial. Los representantes europeos del G-20 y sus invitados coincidieron en que en los próximos meses deberá darse máxima prioridad para llegar a un acuerdo en la Ronda de Doha de la OMC, para «proteger de proteccionismos a la economía mundial». En este sentido, exigieron que los paquetes de estímulo económico o planes de rescate a bancos se implementen minimizando las «distorsiones a la competencia».
Silvio Berlusconi instó a «no caer en la tentación del proteccionismo» y aseguró que existe «total acuerdo del G-20 para actuar de modo coordinado para afrontar la crisis y reescribir las reglas globales que valgan para todos».
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Durao Barroso, avaló que «se necesitan soluciones globales para problemas globales».
Agencias AFP, DPA y Reuters

Dejá tu comentario