9 de diciembre 2013 - 00:00

Festival de Alta Gracia llegó para quedarse

El pianista Horacio Lavandera, en Alta Gracia. Fue uno de los variados artistas que rindieron homenaje a Manuel de Falla en la primera edición de este festival.
El pianista Horacio Lavandera, en Alta Gracia. Fue uno de los variados artistas que rindieron homenaje a Manuel de Falla en la primera edición de este festival.
Alta Gracia - Vecina de Santa Rosa de Calamuchita, de buen clima y mucha historia como lugar de recuperación para enfermos pulmonares, la ciudad cordobesa de Alta Gracia fue a la vez el asiento de familias adineradas en las primeras décadas del siglo pasado, y hasta tuvo el primer hotel casino del país. No es casual que la familia del Che Guevara la eligiera para instalarse y ayudar con el asma al pequeño Ernesto de cuatro años. Tampoco lo es que Manuel de Falla, gaditano por nacimiento y granadino por adopción, pasara aquí los últimos cuatro años de su vida, escapado del exilio franquista. Alta Gracia también fue asiento de jesuitas y de autoridades reales, y conserva una residencia sacerdotal, un dique -"el Tajamar"-, una iglesia y la casa del virrey Liniers que se fechan en los siglos XVI y XVII.

Este sitio privilegiado en las sierras cordobesas se convirtió en sede de un festival en homenaje a De Falla, impulsado por un músico y realizador argentino que, hace unos años, dedicó una película a rescatar su vida y su obra. Fue José Luis Castiñeira de Dios quien, desde su actual función de Director Nacional de Artes, trabajó en cooperación con la municipalidad local, los ayuntamientos de Granada y Cádiz, el gobierno cordobés, el programa Ibermúsicas y otras representaciones españolas, para hacerlo posible. Y, de acuerdo con un compromiso que asumió el intendente Walter Saguier, habrá cada año un festival dedicado al maestro español.

Manuel María de los Dolores Falla y Matheu (1876-1946) fue esencialmente un compositor clásico. Pero por dedicar la mayoría de su obra a la escuela nacionalista, su ligazón con lo popular fue muy fuerte. Sus composiciones para instrumentos, para cantantes o para orquesta, para el concierto o para la escena, se llenaron así de danzas, de melodías y de ritmos muy sostenidos en las músicas de la Andalucía callejera. Con buen tino, a la hora de armar la programación, los curadores de este primer encuentro, decidieron mezclar artistas provenientes de diferentes mundos. Y fue lo variado de esa oferta lo que permitió que se vivieran momentos interesantes y distintos, y que un público numeroso se diera cita en todas las actividades, siempre gratuitas.

Tres fueron los escenarios elegidos: los imponentes jardines del hotel Sierras, con una barranca natural que funcionó como anfiteatro; la plaza principal recostada en la Estancia Jesuítica y la Casa de Liners; y, claro, la misma casa-museo de De Falla. Se invitó a Elena García de Paredes, llegada especialmente, para recibir tierra del lugar y la llave de la casa de su tío abuelo Manuel; a lo que respondió, a su vez, con una botellita con tierra granadina. Pero más allá de esto, lo principal estuvo en lo artístico.

Tres guitarristas de la Argentina, Víctor Villadangos, Fernanda Zappa y Manolo Yglesias -en rigor, este último nació en Madrid aunque vive desde muy pequeño en nuestro país-, provenientes de escuelas diferentes, hicieron su recital compartido. Un ballet dirigido por Graciela Ríos Sáiz, junto al cantor Carlos Soto López y a Yglesias, hicieron un recorrido por "El sombrero de tres picos", "La vida breve" y "El amor brujo".

La agrupación coral municipal Santo Tomé y la Camerata Eleuthería volvieron sobre "La vida breve". Pero estas jornadas, que tuvieron algunas actividades complementarias -cine, charlas-, encontraron sus momentos más lucidos en tres de las propuestas. Hay que mencionar el gran concierto que hizo la multifacética y siempre talentosa mezzo Susanna Moncayo con Ricardo Zanón al piano, esta vez con su modo lírico de cantar y un repertorio que unió a Falla, García Lorca y Guastavino. Hay que referirse al espectáculo que compartieron la Camerata Bariloche y Horacio Lavandera, para una versión de piano y cuerdas de "El amor brujo" y el entusiasmo de la gente que llenó la plaza. Y hay que poner un párrafo destacado para la sorprendente cantaora de Huelva, Argentina María López Tristancho -o "Argentina", a secas- una mujer joven y ya reconocida internacionalmente, que hizo una muestra brillante de flamenco popular, canciones del repertorio clásico del homenajeado, un fado portugués y hasta una españolizada "Alfonsina y el mar", todo con un compañero de lujo, el también onubense guitarrista José Quevedo "Bolita".



"Festival Internacional Manuel de Falla". Con la participación de Argentina, Susanna Moncayo, Camerata Bariloche, Horacio Lavandera, Víctor Villadango, Fernanda Zappa, Manolo Yglesias y otros. (Alta Gracia, diversos escenarios; del 2 al 8 de diciembre).

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