17 de agosto 2015 - 00:00

Fin a veda por la inundación: volvió la campaña para todos

Ernesto Sanz, José Cano y Gerardo Morales
Ernesto Sanz, José Cano y Gerardo Morales
 El país vivió durante la última semana una veda para las campañas políticas. Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires y algunas zonas de Santa Fe y Entre Ríos y un respiro tras las PASO cerraron por unos días la actividad frenética que los candidatos habían mostrado en el último mes.

Fue un lapso que no estuvo exento de política, aunque sí de campaña. Las inundaciones aportaron libreto suficiente para que existieran acusaciones cruzadas sobre la responsabilidad en los hechos, más allá del mero fenómeno climático. La provincia y el Gobierno nacional quedaron en la mira de candidatos durante todo el fin de semana.

Daniel Scioli se vio en el medio de esa otra tormenta no climática que impactó tras las PASO y frente a la cual Cristina de Kirchner mantuvo silencio y un cuidado retiro en familia en la intimidad de Olivos durante todo el fin de semana. Hacer lo contrario hubiera sido un cambio de estilo demasiado notorio.

Desde ayer la campaña volvió a asomar sin efecto vergonzante alguno y aunque los inundados siguieron siendo el centro de la escena la política comenzó a fluir.

Scioli desembarcó el fin de semana en Baradero. Allí no sólo anunció la construcción del laboratorio descentralizado del Organismo de Control de Aguas Buenos Aires, que atenderá once municipios bonaerenses, sino que apoyó al intendente local, Aldo Carossi, y atendió a inundados.

Scioli debió escuchar allí sobre un problema derivado de las inundaciones del que poco se habló en la Capital Federal: la situación del agua para consumo. Dispuso en Baradero que se hiciera una prueba de calidad de agua potable en los distritos afectados. Ya le avisaron al gobernador que habrá sorpresas en los resultados.

Scioli se dedicará a la campaña en las grandes ciudades de la provincia y del país. La atención de los distritos más chicos y el interior quedará en manos de Karina Rabolini.

La fatiga por la campaña hacia las PASO presidenciales y la ausencia de descanso en los candidatos al haber estallado la crisis por las inundaciones bonaerenses al día siguiente de la elección dejó a candidatos sin descanso. No sólo Scioli tuvo que suspenderla, también Macri (que la postergó para el fin de semana pasado).

Los radicales definieron que por ahora no hay descanso. Ernesto Sanz viajará el miércoles a Tucumán para sacarse junto con radicales una foto de familia en apoyo a la candidatura de José Cano, que se juega la gobernación el próximo domingo. Tucumán, Jujuy, La Rioja, Formosa y Santa Cruz, ganen o pierdan, son las claves que el radicalismo tiene en la mira para hacer diferencia en las elecciones.

Se dividirán así esta semana entre provincias para optimizar los relanzamientos de campaña. El norte argentino será el campo de batalla dilecto en esta elección, y no sólo para el kirchnerismo.

En Jujuy el radical Gerardo Morales logró convocar para el miércoles a candidatos radicales de todas las provincias. Hará una suerte de relanzamiento de su candidatura a gobernador después del lugar que le dieron las PASO.

Morales renovó pergaminos en la elección y no por haberle aportado un triunfo a la candidatura presidencial de Macri, sino por el triunfo de su armado local. Ganaron allí las listas de Cambiemos para diputados nacionales, una jugada que Morales quiere repetir para su candidatura a gobernador.

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