En primer turno, Del Potro despachó sin inconvenientes al local Llodra. El pupilo de Franco Davin tiene la chance de mejorar su performance de 2008, cuando cayó en segunda ronda.
Los nubarrones amenazaron con alterar el normal desarrollo de la actividad tenística en el tercer día de Roland Garros. Si no, que lo diga Juan Martín del Potro, quien había comenzado muy bien ante el local Michael Llodra con un quiebre y cuando estaba 3-1 arriba sufrió la primera detención del partido por la lluvia. El tandilense debió esperar más de dos horas para regresar a la cancha. Y lejos de aminorar su marcha, la mejor raqueta criolla mantuvo su servicio y con eso le alcanzó para adjudicarse el set por 6-3. En el segundo, otra vez lució seguro y tranquilo para definir los puntos importantes: dos quiebres para otra vez llevarse el set por 6-3. Del Potro tenía encaminado el duelo, pero la lluvia volvió a complicar el panorama cuando estaban 1-1. Afortunadamente, sólo fueron unos pocos minutos y el número cinco del mundo resolvió el trámite con sencillez y no cedió más games. En la próxima ronda, el pupilo de Franco Davin enfrentará al serbio Viktor Troicki.
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Más tarde, y en un gran nivel, el también tandilense Máximo González (71º) superó al estadounidense Mardy Fish (22º) por 6-3, 1-6, 6-4 y 7-6. Luego de participar en la Copa del Mundo por equipos, en Düsseldorf, «Machi» pudo prolongar el envión que adquirió en el certamen alemán y eliminó a un preclasificado, que sólo lo puso contra las cuerdas en el segundo parcial. En segunda ronda, «Machi» jugará ante el italiano Andreas Seppi.
El trébol de victorias tandilenses en la tercera jornada lo completó Juan Mónaco (68º), quien venció sin sobresaltos al chipriota Marcos Baghdatis (82º) por 6-3, 6-2 y 6-4. En la próxima instancia enfrentará al local Jo Wilfried Tsonga, noveno favorito, quien, en su regreso a Roland Garros tras cuatro años, eliminó a su compatriota Julien Benneteau por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4.
La frutilla del postre la aportó Leonardo Mayer, N° 93 y surgido de la fase previa, quien le ganó en sets corridos al estadounidense James Blake, 15° preclasificado, por 7-6, 7-5 y 6-2. «Es la victoria más importante de mi carrera. Estoy orgulloso por el esfuerzo que realizo a diario para llegar a esto. Pese a los nervios del final, lo pude cerrar. Se me dio», se emocionó el correntino, quien ahora deberá cruzarse con el alemán Tommy Haas.
La única desazón la trajo Brian Dabul, quien había derrotado a Rafael Nadal en el court central en una exhibición en la previa de este torneo, pero que no pudo con el ucraniano Sergiy Stakhovsky, quien lo eliminó por 4-6, 7-5, 7-6 y 6-3. Sin embargo, la jornada no se opacó. Los nubarrones del inicio mutaron en un sol resplandeciente. La Legión argentina fue pura alegría.
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