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Gurú que anticipó crisis ahora dice que "pasó lo peor"
• El economista Nouriel Roubini expuso en un seminario en San Pablo y se mostró más optimista
Lo que EE.UU. tuvo no fue un resfriado, fue una neumonía. Representando el 30% del PBI mundial, no había forma de que no hubiera contaminación. Los países emergentes, que crecieron a un ritmo del 7% en 2008, deben terminar 2009 con crecimiento de 2%. Este es el caso de América Latina.
Es preocupante que desde el inicio de la recuperación los gobiernos decidieron imprimir moneda para financiar sus deudas, en vez de optar por recortar los gastos. Se corre el riesgo de ingresar en un escenario de estancamiento en el mediano plazo, como ya ocurrió en los 70.
Otro peligro es una demasiada intromisión de los gobiernos en la economía, que puede deparar una situación en la que los gobiernos pasen a poseer la mayor parte del mercado financiero y de las compañías automotrices. Sería un error ir de un ambiente de total «laissez faire» para uno de regulación excesiva.
A pesar de que el mercado accionario experimentó una significativa mejora en el último mes, las turbulencias no han terminado. Las Bolsas mundiales tendrán tiempos difíciles por delante. Tendremos choques cuando los indicadores económicos sean peores de lo esperado. Los «test de estrés» realizados por el Gobierno americano no fueron lo suficientemente estresantes. Se puede esperar que la mitad de los fundos de cobertura (hedge funds) salgan del mercado en los próximos años. La idea es que hay mucha luz al final del túnel, pero las evidencias todavía son pobres.
Muchos bancos aún pueden presentar problemas con sus activos, y los mercados del este europeos tendrán problemas y algunos pueden quebrar, como en Islandia, y habrá contaminación.
Brasil, en el mejor escenario, tendrá un estancamiento este año. En el peor, una caída del PBI del 1%. El camino para garantizar el crecimiento es enfocarse, en este momento, para el mercado interno, ya que el potencial de crecimiento es grande, mientras que las economías desarrolladas, como EE.UU., Europa y Japón, están enfrentando recesiones más graves.
Los dos principales determinantes para el éxito de la economía brasileña, son la recuperación de los precios de los commodities y el crecimiento de la economía china.
Pero Brasil tiene que enfrentar también otro desafío: crecer más rápido. En 2007 y 2008, el PBI brasileño creció del 4% al 5%, en cuanto a los demás «Brics» tuvieron crecimiento entre un 8% y un 10%. Brasil precisa invertir en educación e infraestructura, además de reducir la burocracia y la carga fiscal.
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