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Indicios apuntan a FARC en sociedad con otras bandas
Así lo afirmó ayer el experto en Seguridad Nacional y profesor de la Universidad Externado de Colombia, Jairo Libreros, quien cree que este acto terrorista buscó enviar un mensaje claro al Gobierno del nuevo presidente Juan Manuel Santos.
«Una hipótesis, desde el punto de vista de la autoría, es que se trata de una orden de las FARC, pero con la compañía del crimen organizado», matizó Libreros, en alusión a las llamadas «oficinas de cobro», bandas dedicadas a la extorsión.
El experto detalló que se trató de un atentado «muy limpio desde el punto de vista operacional, muy preciso, lo que demuestra un conocimiento fuerte de la ciudad», y debieron ser «necesarios al menos 30 días» para su planificación y ejecución. Para Libreros, las FARC perdieron esa capacidad urbana en los últimos años, lo que explicaría el apoyo de esos grupos criminales para perpetrar el atentado. El se llevó a cabo mediante el estallido de un coche bomba cargado con 50 kilos de anfo, el mismo tipo de explosivo que las FARC usaron para uno de los últimos y grandes atentados perpetrados en la capital en 2003, contra el exclusivo Club El Nogal, meses después de la llegada al poder del entonces presidente Álvaro Uribe.
Se trata «de un mensaje muy importante» al nuevo Gobierno de Santos: «Afectó de manera especial la estabilidad y la integración de los medios de comunicación», al elegir como objetivo el edificio que alberga Caracol Radio, del grupo español Prisa, y la agencia EFE. Las FARC estarían expresando que tienen «capacidad de maniobra, no para tomar el control del poder, pero sí para ser considerado como un grupo terrorista con capacidad de afectar al Gobierno».
Para Libreros, hay otro asunto «preocupante», el hecho de que «el Gobierno colombiano ha perdido no sólo la capacidad de anticipación, sino también de respuesta». A su juicio, ayer se produjo un «desorden en el manejo en la escena del crimen, no hubo una sola voz, fueron frases de cajón creadas en el último momento», mientras las FARC enviaban un mensaje de que «están vivas».
Por otro lado, agregó el experto, este atentado también estaría expresando que «la Seguridad Democrática (política antiterrorista de Uribe) no es la vía que agota el problema de la violencia en Colombia», ya que los desequilibrios sociales siguen vigentes en un país en el que operan distintos grupos armados ilegales.
En este sentido, aunque sin tantas precisiones, se expresó el ex presidente Ernesto Samper (1994-1998), al considerar que «no se puede descartar en este momento ninguna hipótesis», porque «hay terroristas de izquierdas y de derechas».
Samper advirtió a la emisora La FM que en este momento lo importante es «interpretar qué mensaje se trata de mandar», pero señaló que «si son las FARC habrá que ser muy claros y específicos en la forma como se condene esto, o si son otros sectores interesados en crear un entorno desfavorable a la nueva administración del presidente Santos». Coincidió, en todo caso, en que «aquí hay una especie de mensaje de iniciación del Gobierno del presidente Santos».
Agencia EFE
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