Kirchner mira la crisis antes que su candidatura

Sergio Massa, Florencio Randazzo y Alberto Balestrini

«Miren: ahora mi preocupación no es ver quién será candidato. Lo que me importa es la economía». Sin un balbuceo, como si la hubiese ensayado frente al espejo, Néstor Kirchner despachó la frase como única respuesta al operativo clamor que ayer llegó a Olivos.
Lo hizo durante un charla con intendentes y legisladores que lo visitaron ayer en su búnker, convocados para acordar obras públicas para sus distritos, pero, previsible, apareció el inevitable pedido del PJ de que sea, en octubre, el candidato top en la provincia.
«Todo mi esfuerzo está en recuperar la economía, del país y de la provincia. Por eso las obras para ustedes», les dijo. Escuchaban el platense Pablo Bruera, Andrea García (Ameghino), Juan Carlos Bartoletti (Los Toldos) y, entre otros, Alexis Guerrera (Pinto).
Fue García, que llegó con la escolta de Patricio, su hermano senador, la que sondeó a Kirchner en medio de la charla.
-Presidente: nosotros consideramos que usted es el representante de este proyecto y, como tal, debe ser nuestro candidato.
-Mi preocupación no es ver quién será candidato. Ahora me importa la economía, cómo recuperar la economía. Sobre lo demás, hay que ir despacio -dijo.
El mensaje lo copiaron, además, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, encargado de convocar a los alcaldes; el secretario de Obras Públicas, José López -que coordina los emprendimientos con los municipios-, y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
La indicación de «ir despacio», de fijar un esquema de urgencias y prioridades, apareció como una señal precisa de lo que, en reserva, dicen en Casa Rosada. Hasta marzo no habrá definiciones sobre el esquema electoral ni, tampoco, sobre los candidatos.
Una lógica implacable sostiene esa postura: el menú de opciones que maneja el Gobierno para la legislativa de octubre en la provincia, por ahora reducida a Kirchner y/o Sergio Massa, le otorga -afirman- un margen de tiempo porque ninguno necesita etapa de instalación.
Hay, de todos modos, asuntos que parecen clausurados. Uno de ellos es una eventual elección de senador nacional por la provincia. Se exploró esa alternativa como opción para colgar de la senaduría más de una lista del oficialismo: una del PJ y los gremios, y otra transversal-piquetera.
Pero la lectura actual sugiere que ese esquema sería más beneficioso para la oposición que para el oficialismo porque facilitaría los acuerdos entre sectores anti-K. Por caso, resolvería el entuerto entre Felipe Solá y Francisco de Narváez por ser cabeza de lista.
El mismo efecto tendría sobre el rompecabezas, donde varias piezas no encajan, entre el panradicalismo -el abanico diverso de Moreau a Cobos-, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y Margarita Stolbizer, y el Partido Socialista, en versión anti-kirchnerista.
Otro no
La ráfaga de pedidos para que Kirchner encabece la boleta del FpV/PJ en Buenos Aires, que parece tener como usina persistente a Alberto Balestrini, sumó ayer la palabra del propio vicegobernador que desde Mar del Plata avisó que «no hay otro candidato» que no sea Kirchner.
-¿Habrá Kirchner candidato? -se le preguntó.
-Yo no descarto que Kirchner no sea candidato -respondió, por la negativa, el vice al portal 24CON.
-¿Quién le gusta (como postulante), si no es el ex presidente?
-Si no es Néstor, no tengo candidato, nos juntaremos con el FpV y el PJ y ahí decidiremos.
Pateó, además, para julio o agosto la resolución sobre la boleta oficial. Pero, sobre todo, barrió con toda presunción sobre una postulación instalada del jefe de Gabinete, quien, por otro lado, manda a decir que antes que ser diputado se vuelve a Tigre.
Por lo pronto, usual transmisor de los pensamientos de Kirchner, Balestrini enfocó toda la voluntad en una sola figura: la del patagónico. Lo hace, ahora, no sólo como vice, sino como jefe, en ejercicio, aunque todavía en tránsito, del PJ bonaerense.
Pulseada
Balestrini tiene, por ese tema, una pulseada dentro del partido porque impulsa un recambio de figuras y pretende conformar una «mesa chica» donde, paradójicamente, queden afuera todos los grandes al incluir a un delegado por los gremios, la juventud y la mujer, pero apartando a los caciques históricos.
Tuvo que aprender a esperar: no pudo, por motivos varios, completar la cúpula partidaria antes de fin de año, como era su pretensión, y ahora recién podría estrenar formalmente cargo en febrero o marzo próximos.