6 de agosto 2012 - 00:00

La Torre de bronce

«Delpo» cayó de rodillas sobre el césped desgastado mientras el sol enceguecía a los espectadores, que lo ovacionaban.
«Delpo» cayó de rodillas sobre el césped desgastado mientras el sol enceguecía a los espectadores, que lo ovacionaban.
Juan Martín del Potro se convirtió definitivamente en una de las grandes figuras de la historia deportiva argentina al sacar a su país de una depresión olímpica con la conquista de la medalla de bronce en tenis.

«Es único, un momento único, son sensaciones tan adentro, difíciles de explicar, no sé si alguna vez viví algo así», dijo tras derrotar 7-5 y 6-4 al serbio Novak Djokovic, número dos del mundo. El bronce del tandilense es el primero de la Argentina en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. La situación es diferente a la de Atenas 2004 y Pekín 2008, cuando la delegación nacional se hizo dueña

de seis medallas, dos de ellas de oro.

Por eso el saque a 208 kilómetros por hora con el que Del Potro selló su victoria ante Djokovic desató una explosión de emociones. «Hasta hoy a las tres de la mañana (por la madrugada del domingo) estuve llorando me parece, es la realidad», reveló. Su llanto tuvo que ver con la derrota ante el suizo Roger Federer, una caída por 19-17 en el tercer set y en cuatro horas y 26 minutos de juego. «Me descargué tanto que pude recuperar energías para hoy, creo. Llega al corazón, a uno le da mucha potencia y amor por salir a jugar estos desafíos», añadió el desde hoy N°8 del mundo, que no pudo decir si el éxito de ayer es para él más importante que el título del US Open 2009. «Es de las mejores (victorias). No te puedo decir si es más o menos, pero sin duda que es histórico. Lo siento muchísimo en el corazón, estoy muy feliz de lograr algo que en el comienzo era muy complicado y de darle una medalla a mi país».

Martín Jaite, capitán del equipo argentino de Copa Davis y del equipo olímpico, fue gráfico en su síntesis de lo vivido en el All England Club: «Juan Martín demostró que tiene unos huevos enormes». El triunfo de Del Potro alegró también a Federer. La final por el oro que el suizo perdió con el escocés Andy Murray se jugó simultáneamente con el partido por el bronce, retrasado por la lluvia. Del Potro y Djokovic jugaban escuchando los gritos y aplausos de la central, una pequeña tortura para dos hombres que cayeron en semifinales. «Salí de mi partido y no sabía el resultado del de Juan Martín y Novak», reveló el suizo. «Cuando lo vi a Juan Martín en el vestuario y supe que había ganado lo felicité. Le dije: Gran esfuerzo, ¡estoy tan feliz por ti por lo que hiciste!. Creo que no muchos esperaban que ganara este partido, teniendo en cuenta el desgaste de la semifinal...». Federer cree que aquella épica gesta puede acercarlo en lo personal a Del Potro: «Este tipo de partidos se convierte en una cosa casi personal. Es algo que compartes con tu rival».

Para dimensionar lo que logró la Torre de Tandil hay que decir que es el primer argentino que logra una medalla en singles de hombres. La Argentina obtuvo su única medalla en Seúl 88, cuando Gabriela Sabatini se quedó con la presea de plata al perder la final con la alemana Steffi Graf. Las otras dos medallas recientes del tenis criollo fueron en dobles, en ambos casos bronce. Javier Frana y Christian Miniussi lo conquistaron en Barcelona 92 y Paola Suárez y Patricia Tarabini en Atenas 04.

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