8 de marzo 2013 - 00:00

Luego de despedir a Chávez, Cristina volvió de Caracas

Cristina de Kirchner junto a Nicolás Maduro, ayer en Caracas durante los funerales.
Cristina de Kirchner junto a Nicolás Maduro, ayer en Caracas durante los funerales.
Cristina de Kirchner regresó anoche de Caracas adonde viajó de urgencia el martes a la medianoche horas después de anunciarse oficialmente esa tarde, a las 16.25 hora venezolana, del fallecimiento de Hugo Chávez. "Cómo me gustaría estar ahí! No puedo: el calor, mi hipotensión crónica y el médico me lo prohíben", explicó en su cuenta de Twitter y agregó: "No vine a despedir un Presidente, sino a un compañero y un amigo".

Tras pasar un día y medio en la capital venezolana, la Presidente inició ayer por la tarde el regreso con su comitiva pero dispuso que el canciller Héctor Timerman y el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, se quedasen en representación del Gobierno argentino.

Los funerales, según informó ayer el vicepresidente a cargo Nicolás Maduro, se extenderán en la semana. Fue una de las razones por la cual la mandataria argentina decidió regresar luego de evaluar, anteayer, la posibilidad de permanecer hasta el viernes, día para el que se preveía la sepultura de Chávez.

Circuló, en paralelo, que el retorno era para evitar encontrarse con el mandatario iraní Mahmud Ahmadineyad, versión negada oficialmente.

Su estadía en Caracas, alojada en el lujoso Intercontinental Tamanaco, fue de carácter personal, cumpliendo el protocolo de jefes de Estado, pero además por la cercanía y el afecto que la unía con el mandatario fallecido.

De hecho, Cristina de

Kirchner no tuvo prácticamente agenda política. Compartió el viaje con el presidente de Uruguay, José Mujica, y en Caracas se encontró con su par boliviano, Evo Morales. Pero al margen de eso y del contacto con Maduro durante las exequias, excluyó los contactos políticos.

El dato puede a simple vista parecer menor pero no fue, por caso, lo que trascendió que hizo su par de Brasil, Dilma Rousseff, quien espera tener una reunión bilateral con Maduro, encuentro que se interpretó como un rápido inicio de la transición post-Chávez.

El miércoles Cristina de Kirchner cenó sola en la suite del Tamanaco, mientras los funcionarios que viajaron con ella tuvieron sus propias cenas. Prácticamente no hubo charlas ni encuentros entre la mandataria y los demás miembros de la comitiva. Ayer, en tanto, se hizo presente en la capilla ardiente en la que serán velados los restos del presidente Chávez hasta la semana venidera.

La misma está situada en la Academia Militar de Fuerte Tiuma. Allí, la mandataria argentina estuvo con el canciller venezolano Elías Jaua, y con el ministro de Planificación Julio De Vido, en medio de un incesante desfile de venezolanos que rendían homenaje a su líder.

Poco después, y acompañada por Maduro, Cristina de Kirchner se dirigió a la salida del Fuerte para dirigirse al aeropuerto, y allí fue saludaba por venezolanos que aguardaban poder ingresar a despedirse de Chávez. La Presidente respondió con un caluroso saludo hacia los manifestantes.

La mandataria emprendió el regresó a la Argentina junto a la comitiva oficial a las 16.30 (las 15 de Venezuela). Durante el día, a través de Twitter, hizo referencia al fallecimiento de Chávez.

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