31 de octubre 2022 - 00:00

Lula venció con lo justo a Bolsonaro e hizo historia al obtener un tercer mandato

“No hay dos Brasiles”, dijo ante miles de seguidores. “Quisieron enterrarme, pero aquí estoy”, añadió. El desempeño de su rival fue sorprendente.

sobriedad. El tono que usó anoche Lula da Silva al proclamar su triunfo fue sereno, lleno de llamados a la reconciliación social y al regreso de Brasil a la comunidad internacional. Abajo, la multitud que lo acompañó en San Pablo festejó y exhibió una emoción contenida por años.
sobriedad. El tono que usó anoche Lula da Silva al proclamar su triunfo fue sereno, lleno de llamados a la reconciliación social y al regreso de Brasil a la comunidad internacional. Abajo, la multitud que lo acompañó en San Pablo festejó y exhibió una emoción contenida por años.

San Pablo - El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva regresará al poder en Brasil por tercera vez tras haber vencido ayer al ultraderechista Jair Bolsonaro. El izquierdista se impuso en el balotaje por un estrechísimo margen de menos de dos puntos, reflejo de una inmensa división en el gigante sudamericano.

El ícono de la izquierda latinoamericana, de 77 años, se impuso por 50,9% de los votos frente a 49,1% para el excapitán del ejército, de 67 años, con casi el 100% escrutado.

Mientras Bolsonaro, cuyo desempeño superó las expectativas, se recluía en la residencia oficial, el Palacio de la Alvorada, y demoraba al cierre de esta edición un reconocimiento del resultado, Lula da Silva celebró con sobriedad en San Pablo, donde llamó a la unidad de los brasileños. “A nadie le interesa un país dividido y en permanente estado de guerra”, dijo.

“No hay dos Brasiles, hay uno solo”, añadió en un mensaje leído y de tono sobrio, en el que llamó a “desarmar los espíritus”.

El silencio del mandatario saliente mantenía latentes anoche los temores a un rechazo del resultado, al estilo de lo hecho por Donald Trump en Estados Unidos y posible causa de violencia. Por eso resultó relevante que Joe Biden se apurara emitir un comunicado para felicitar a Lula da Silva y calificar las elecciones como “libres, justas y creíbles”, un intento de desalentar movimientos bolsonaristas en las fuerzas militares y policiales.

Al mundo

En su mensaje, el vencedor se dirigió largamente a la comunidad internacional. “Brasil está de vuelta” y dejará de ser un “paria”, prometió. Y aseguró que combatirá la deforestación porque el planeta necesita una “Amazonia viva”.

La diferencia en votos entre ambos candidatos fue de algo más de dos millones sobre un padrón de 156 millones.

“Fue la victoria más apretada para un segundo turno” en unas elecciones brasileñas, dijo el politólogo Leandro Consentino, del instituto de investigación Insper de San Pablo.

“Brasil va a tener un cambio importante de gobierno, con la mitad de la población descontenta con eso”, resumió.

Las viejas acusaciones de corrupción contra el presidente electo pesan en sus numerosos detractores a pesar de que el Supremo Tribunal Federal lo desligò de todas las causas que tenía abiertas debido a abusos procesales de la operación Lava Jato.

Sin embargo, el estallido de júbilo en la emblemática avenida Paulista de San Pablo, donde se reunieron miles de votantes de Lula, fue inmediato.

“Brasil está volviendo a los carriles tras cuatro años de oscuridad. La población estaba sintiendo miedo y pasando muchos problemas”, dijo Larissa Meneses, de 34 años.

Grieta

La campaña acentuó la polarización en el país, dividido entre un movimiento ultraconservador de tono fuertemente religioso y aquellos con una visión progresista, acorde con la diversidad social de Brasil.

Lula “representa muchas cosas, igualdad de género, libertad. Todo cambiará”, aseguró entre lágrimas Carolina Freio, empleada pública de 44 años en el barrio de Copacabana, en Río de Janeiro

“Para nosotros, el regreso de Lula es muy importante. Trató de demarcar nuestras tierras, tenía proyectos”, dijo el chamán Saha da Silva, del grupo indígena sateré-mawé, que votó en su comunidad de Iranduba, a 80 km de Manaos, capital de la Amazonia.

Lula, que gobernó Brasil de 2003 a 2010, cuenta con el apoyo de los más pobres y de quienes se resintieron por las políticas y exabruptos de Bolsonaro, como los jóvenes, las mujeres y las minorías. Los resabios de la pandemia son fuertes en el país, donde el presidente saliente mantuvo una actitud negacionista que influyó en que se registraran más de 688.00 muertes.

Pobreza

En su campaña, Lula destacó sus logros socioeconómicos, como la salida de la pobreza de más de 30 millones de brasileños gracias a iniciativas sociales financiadas con el auge de las materias primas. Anoche volvió a prometer que trabajará para que todos los brasileños tengan otra vez acceso a la alimentación.

En este tercer período, con todo, tendrá menor margen de acción debido a que se tuvo que rodear de una alianza amplia, que incluye a sectores conservadores. Asimismo, lidiará con un Congreso predominantemente de derecha y con un contexto económico internacional desfavorable.

La inflación, que cerraría el año por encima del 5%, le restará margen de acción en lo fiscal y lo monetario.

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