A cinco días de las elecciones presidenciales del próximo domingo 22, este martes hubo cumbre en la Casa de Gobierno de Tucumán que tuvo dos ejes: la asunción de las nuevas autoridades provinciales previstas para una semana más tarde y ajustar los detalles del dispositivo electoral con el que el peronismo buscará revertir los resultados de las Primarias de agosto, en los que cosechó el 50% de los cotos alcanzados en las provinciales de junio. Del encuentro participaron el gobernador Juan Manzur, el vicegobernador y mandatario electo, Osvaldo Jaldo; el ministro del Interior y vicegobernador electo, Miguel Acevedo, y el legislador provincial reelecto Sergio Mansilla, quien continuaría como presidente subrogante de la Legislatura.
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Manzur y Jaldo alistan la transición y el dispositivo para revertir resultado de PASO
La reunión se extendió por casi dos horas y a su término, en un breve contacto con la prensa, Manzur sostuvo: “Estuvimos reunidos con Osvaldo hablando de proyectos, haciendo un balance de la gestión y de lo que viene. No tengo dudas de que Tucumán va a tener un gran gobernador que va a trabajar para que a todos los tucumanos les vaya bien”. Partió luego a un acto de campaña y de allí hacia Buenos Aires para participar del acto en Avellaneda, Buenos Aires, y acompañar al candidato a presidente de Unión por la Patria (UP) junto a otros mandatarios provinciales. Con más tiempo, Jaldo detalló que, aun tratándose de una transición de mismo signo político, tiene su propio plan de gobierno que anunciará, en parte, en su discurso de asunción y luego en la conferencia de prensa posterior. Se deslizó que frente a un escenario de restricción presupuestaria, aunque la Casa Rosada no cambie de signo político, Jaldo pondría en marcha un severo ajuste de gastos que considere superfluos, como la unificación de áreas de gobierno, incluso ministerios. Por ahora, Jaldo no dio detalles y se limitó a señalar que su plan “tiene que ver con muchas áreas, sobre todo en educación y decisiones de fondo en seguridad y en acción social”. Sobre la conformación de su gabinete, anticipó que dará a conocer sus nombres la semana que viene, lunes o martes.
Este domingo, en Tucumán se vota para presidente pero también para la renovación de cinco bancas en la Cámara de Diputados. El 10 de diciembre se vencen los mandatos de los oficialistas Carlos Cisneros, Mabel Carrizo y Mario Leito, mientras que por Juntos por el Cambio (JxC), culminan en sus funciones Lidia Ascárate y Domingo Amaya. En los comicios provinciales el peronismo superó los 600.000 votos pero en las primarias la cosecha fue de 314.000. Si se repitieran estos números, lo que parece poco probable, UP obtendría dos diputados, el mismo número la alianza La Libertad Avanza/Fuerza Republicana -porque se impuso con 340.000 votos- y solo uno quedaría para JxC. Jaldo no le esquivó a una consulta sobre las elecciones del domingo y recomendó ir al cuarto oscuro con tranquilidad. “Gracias a la democracia podemos elegir. Este domingo es cuando más serenos debemos ir a votar, no debemos ir a votar enojados, con bronca. Hay mucha expectativa, mucha ansiedad. Muchos argentinos dieron su vida para que podamos elegir a nuestras autoridades”, analizó. Anticipó una masiva votación en la provincia porque, dijo, “al tucumano le gusta opinar, siempre superamos el 80 u 85% del padrón”.
Consultado por Ámbito sobre el escenario local, el senador nacional Pablo Yedlin, que encabeza la lista de candidatos a la Cámara Baja por UP, reflexionó: “En Tucumán nosotros prevemos un resultado totalmente distinto. Va a ser un voto más racional, más pensado y habrá más participación. El de las PASO fue un voto de enojo, de castigo, hoy se vota por los cuatro próximos años, nadie va a regalar el futuro a un salto al vacío y nadie quiere volver para atrás”. “Esta situación nos va a permitir un resultado para recuperar una banca porque pretendemos que sean tres para UP, ese es el gran desafío. Necesitamos muchos más votos de los que sacamos en las primarias”, agregó.
El peronismo tucumano, a diferencia de las semanas anteriores a las PASO y tras la autocrítica de la dirigencia de haber “hecho la siesta”, lo que permitió el abrumador triunfo del diputado de derecha y candidato a la presidencia, Javier Milei, realiza desde una mes actos a diario, a lo largo y a lo ancho del territorio provincial. Confía en el trabajo que pueden realizar los intendentes salientes y los electos para traccionar votos y, sobre todo, en repetir la cosecha que hizo posible que la diputada nacional Rossana Chahla haya sido electa como intendenta de San Miguel de Tucumán, al vencer a la opositora y senadora nacional Beatriz Ávila, esposa del actual intendente Germán Alfaro -alineado con el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta- que transita los últimos días de su segundo mandato consecutivo. La parlamentaria aspiraba sucederlo pero no pudo ser.
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