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Negocian automotrices para volver a importar
La sensación que sobrevuela entre los directivos es que el Gobierno está dispuesto a mantener sí o sí el freno a las importaciones de 0 km, a través de las licencias no automáticas, con el propósito de reducir el déficit comercial del sector, y con esto sostener el nivel de reservas.
Sólo con planes concretos para producir bienes o servicios que puedan exportarse y equilibrar la balanza se permitiría el ingreso de más autos. Esta decisión ya está impactando en las concesionarias debido a que los clientes reclaman por los autos que ya pagaron y están parados en la Aduana. De hecho, algunas empresas subieron a sus páginas en internet pedidos de disculpas por esta situación, aunque es una decisión ajena a su voluntad.
La medida afecta a todas las compañías, no solo a las no radicadas en el país, sino también a las que tiene fábricas en la Argentina, aunque en este último caso el impacto es mucho menor. Esto se debe a que por la línea que se trazó al determinar que se trata solo de los vehículos nafteros de más de 3.000 cc de cilindrada y los diésel de 2.500, son pocos los modelos que importan los propios fabricantes que entran en el cepo importador.
«Caímos todos, pero los que fabricamos en el país suponemos que no vamos a tener problemas para la aprobación de las importaciones porque tenemos un alto nivel de exportaciones», explicó un directivo de una automotriz. La especulación está centrada en que se les otorgará rápidamente la aprobación de la licencia no automática que deben presentar a partir de ahora.
Ayer Giorgi y el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, se reunieron con el presidente de CIDOA, la entidad que agrupa a los importadores de autos, y con el titular de BMW de Argentina, Alejandro Echeagaray. El miércoles, el encuentro se realizó con directivos de las marcas Porsche y Chery. Hoy y la semana que viene continuará el desfile de empresarios que también buscarán entrevistarse con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
El clima de estas reuniones fue en general cordial, aunque, en uno de los casos, la discusión fue acalorada ante las quejas de uno de los empresarios.
La ministra insistió en que deberán reducir el 20% este año las importaciones y sumar inversiones. En ese sentido, se están presentando distintos proyectos, como el de producción de autopartes que actualmente se importan de Brasil o la instalación de una fábrica de motos (primera etapa de armado). También se están estudiando alternativas como la exportación de servicios y productos que las compañías utilizan en sus redes globales. Otra empresa propuso realizar las publicidades de su marca para todo el mundo.
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