29 de mayo 2009 - 00:00

Ocho razones para que los granos sigan en alza

La suba de los granos no se detiene.
La suba de los granos no se detiene.
La crisis financiera global no ha logrado deteriorar las cotizaciones de los granos. Más allá de las dos fuertes caídas -la de principios de diciembre del año anterior y la de mediados de marzo de este año- el mercado pudo consolidarse, recuperar el terreno perdido y lograr los mejores niveles de precios de todo el año, dentro de un contexto internacional de fuerte demanda, que ni la gripe porcina pudo frenar.

Entre los factores exógenos de la mejora lograda, podemos contabilizar, entre otros, los siguientes:

1. Existe una percepción generalizada que las economías mundiales detuvieron su caída, aunque la situación de fondo no se haya resuelto aún. Varios especialistas nos señalan hoy la posibilidad que el segundo semestre resultará mejor que el primero.

2. La debilidad del dólar -que volvió a testear los bajos niveles registrados en marzo de este año- ha determinado que las cotizaciones de las materias primas, que se expresan en esta moneda, hayan experimentado subas apreciables en las semanas recientes.

3. La consolidación de las principales Bolsas del mundo también ha contribuido a mejorar el panorama financiero global.

4. La percepción que las medidas dispuestas por las economías centrales podrá generar un impacto en la inflación produjo la entrada de fondos especulativos a los mercados de materias primas, en la búsqueda de rentabilidad dentro de un contexto de tasas de interés muy deprimidas.

5. La mayoría de los analistas internacionales comienza a ser alcista en los mercados de materias primas y particularmente en el de granos. En el último informe de commodities del Deutsche Bank, su analista-jefe Michael Lewis, que mantiene su visión optimista en estos mercados, prioriza a los granos sobre las plazas de energía, metales preciosos y los de uso industrial.

Además de estos fundamentos externos, los mercados granarios suman elementos propios que permiten suponer que la extensión de las correcciones no debería ser muy pro-funda.

6. Los stocks de soja y maíz en los Estados Unidos en el final de esta temporada resultarán muy bajos. Además de la recomposición paulatina de los mercados domésticos de carnes, el avance del petróleo justifica nuevamente la utilización de combustibles alternativos.

7. Comenzamos a transitar el mercado climático del Hemisferio Norte y estas alternativas mantendrán atenta a una plaza que no puede permitirse fallas productivas en los cultivos de verano en los Estados Unidos. Las demoras en la implantación de maíz en ese país hacen peligrar el objetivo de siembra inicialmente previsto.

8. Por el lado de la demanda, no se observan signos de desaceleración en los principales países demandantes, China e India. En el caso de China, existen planes de acumular unos 7 millones de toneladas más de porotos de soja en sus reservas estratégicas. En el período enero/abril, las importaciones chinas de soja de esta campaña crecieron un 36% en relación a las correspondientes con el mismo período de 2008. Del mismo modo, las importaciones de colza crecieron un 118% y las de harina de soja un 51%.

Sin embargo, algunos analistas del exterior se muestran muy prudentes a la hora de vaticinar nuevas mejoras en las cotizaciones.

Anne Frick
, analista de soja de Prudencial Bache, señala que las cotizaciones ya han alcanzado -o se encuentran próximas a alcanzar- un máximo en esta primavera boreal y son susceptibles de una corrección.

Puntualiza que el mercado no respondió la semana pasada a las dos reducciones productivas de la Argentina, anunciadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Confederaciones Rurales Argentinas, lo que indicaría que la mala cosecha local ya se encuentra descontada por los operadores de Chicago.

Estima además Frick que existe el riesgo de que una corrección lleve las cotizaciones a un nivel de entre u$s 353,50 y u$s 358 por tonelada en posición julio de Chicago. El miércoles, este mes-contrato cerró en u$s 436,20.

Otro factor que podría avalar también esta teoría es que, estadísticamente, el mercado comienza una fase declinante cuando el maíz en el medio oeste estadounidense se encuentra implantado, etapa a la que nos acercamos. En el informe de este lunes, el USDA anunciaba que ya se encuentra implantado el 82% del área a dedicar con este cultivo.

(*) Informe de Panagrícola

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