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Por una tarde, una multitud cerró la grieta y la plaza fue de todos
Hubo fuerte presencia del peronismo y organizaciones sindicales y sociales pero también votantes del actual gobierno e independientes.
- A Macri. Y no hizo falta preguntar más. - Pero esto es distinto. No es contra el Gobierno, es contra la impunidad.
Los casos se repitieron, uno tras otro.
- Yo estuve en Semana Santa del 87 en este mismo lugar. Soy radical y voy a volver cada vez que haga falta. Sin partidismo - explicó Clara, una mamá acompañada por su hija.
Cientos o miles de anónimos protagonistas estaban ahí, sin pancartas ni banderas, como fantasmas entre la multitud. Una multitud que también se comportó diferente. No hubo insultos ni cánticos agresivos. Macri no fue esta vez, como el 24 de marzo pasado, el centro de las críticas. Sólo se escucharon silbidos y abucheos cuando se hizo referencia desde el escenario a algún represor, como Alfredo Astiz, o se pronunciaron los nombres de los tres jueces que avalaron el despropósito.
Se vieron sí figuras el gobierno anterior, como Daniel Scioli que llegó temprano y se mostró dispuesto ante cada pedido de selfie. Faltaron representantes de Cambiemos que apoyaron el acto por las redes sociales pero apelaron a la prudencia de evitar su presencia por culpa de una Argentina crispada. Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, fue la principal oradora. Hebe de Bonafini, curiosamente, no estuvo presente
El repudio al fallo de la Corte se repitió en muchas provincias y cruzó las fronteras. París, Madrid, Barcelona fueron algunas de las ciudades en las que se levantaron voces.
Hasta los miembros del Congreso esta vez no fueron criticados sino elogiados. Es que el pasado carga con mucho dolor y muerte como para hacerse los distraídos.
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