París y Beirut - El Gobierno de Francia intentó ayer reforzar la presión sobre el régimen de Bashar al Asad, en momentos que arrecia la represión en Damasco y ciudades claves. «Permanecemos muy vigilantes con nuestros aliados para prevenir el empleo de armas químicas por el régimen, que sería para la comunidad internacional una causa legítima de intervención directa», dijo ayer el presidente francés, François Hollande. La semana pasada, su par de EE.UU., Barack Obama, había advertido que el uso de armas químicas o incluso su transporte constituiría una «línea roja» y amenazó con una operación militar. Por su parte, la ONU anunció que iniciará una investigación sobre la masacre en Daraya, que dejó 320 muertos.
Agencias EFE, AFP y ANSA
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Dejá tu comentario