19 de mayo 2009 - 00:00

Receta K: Scioli y “kit PJ” para retener voto peronista

Néstor Kirchner
Néstor Kirchner
Néstor Kirchner terminó por asumir que su figura, aunque poderosa en franjas del conurbano rabioso, no alcanza para ganar el 28 de junio: soltó a Daniel Scioli y permitió que la marca PJ, con sus derivados, domine visualmente la boleta oficial.

El patagónico, en su versión mansa -ayer, en Malvinas Argentinas, siguió con el tono calmo-, se terminó de recostar en el gobernador y en la iconografía peronista para retener el voto histórico del PJ, que le disputa el dúo disidente De Narváez-Solá.

El fin de semana, Kirchner dio el ok a los dos operativos: delegó casi exclusivamente en Scioli la campaña en el interior provincial -territorio que aporta un tercio de los votos de Buenos Aires- y autorizó que en su marca electoral reine la ideografía PJ.

Este amanecer, en Carmen de Patagones, la ciudad bonaerense más austral, el gobernador emprenderá un safari por el interior esquivo. En ese «nicho electoral», las cifras que se leen en Olivos y en La Plata ubican al oficialismo tercero detrás del PJ disidente y del panradicalismo.

Como una letanía, o como si susurraran abracadabras para desanudar una brujería, se atormentan con el «19 por ciento» de intención de voto que acumula, como mínimo siete puntos detrás de las dos ofertas opositoras, la boleta que encabeza el ex presidente.

«Estamos en camino a romper el techo de los 20 puntos» es el pronóstico más auspicioso porque, al menos, no contempla que ese volumen de potenciales votantes pueda esfumarse. Dan sus razones: «Stolbizer y De Narváez se pelean los votos entre ellos», arriesgan.

Scioli se lanzará a un rally de diez días en los que promete recorrer 9 mil kilómetros, del que Patagones y Bahía Blanca serán las primeras escalas. Se trata de la zona más hostil: entre retenciones y sequía, el sur bonaerense es Siberia para el kirchnerismo.

Lo de Scioli responde a una lógica brutal: en la Buenos Aires rural, el gobernador supera por 15 puntos la imagen de Kirchner. En Olivos minimizan el dato, pero admiten, a desgano, que Scioli rankea mejor y aporta porque «forma parte del proyecto».

Es una verdad a medias: Scioli, al igual Kirchner, necesita un triunfo el 28 de junio, pero, a diferencia del patagónico, sería más feliz si la victoria es cómoda y no aplastante para que, entre líneas, imprima fecha de caducidad al proyecto perpetuista K.

Obstinado, pero sólo a modo de ensayo, Kirchner hará esta semana dos excursiones por el interior: irá a Chacabuco, donde Julián Domínguez promete armonía, y a Zárate, pueblo ardiente en la crisis del campo, que ahora gobierna Osvaldo Cáffaro, un socialista K.

Peronizado

La otra concesión es visual: la boleta que el oficialismo pondrá en el cuarto oscuro el 28 de junio tendrá, a diferencia de las que encabezó Kirchner -él o ella- desde 2003 en adelante, el sello indeleble del peronismo en su formato histórico.

En varios aspectos: volverá la lista 2 -el número original del PJ, a pesar de que también estará el número 506 del frente creado para la elección-, irá remarcado el adjetivo «justicialista» -incluso más grande que «para la Victoria»- y aparecerán el escudo peronista o las imágenes de Perón y Eva, o los dos íconos juntos.

Parece un detalle menor, pero no lo es. Al incluir «lista 2», la boleta oficial se garantiza estar primera en la larga hilera de listas que se amontonarán en el cuarto oscuro. Es una cuestión operativa, pero, para los encargados de logística electoral, nada despreciable.

Sin embargo, lo más relevante es que Kirchner se recuesta, o se entrega, en las imágenes, formas y figuras del PJ en una apuesta, desesperada, por retener el voto histórico del peronismo que, sabe Kirchner, le arrebatan De Narváez y, sobre todo, Solá.

La parafernalia partidaria fue, a coro, reclamada por los intendentes del conurbano profundo, donde se concentra otro tercio de los votos bonaerenses, y donde Kirchner pretende sacar suficiente diferencia para compensar el traspié del interior y el «empate» del primer cordón.

Dejá tu comentario