Envidia, celos, rencor son sentimientos que explican por qué "Los que aman, odian". Y suelen llevar hasta al crimen. Una de las interpretaciones de la leyenda de Edipo juega con esos elementos. Hace 70 años, un año después de que Borges y Bioy Casares iniciaran la famosa colección de novelas policiales El Séptimo Circulo, se publica "Los que aman, odian", primera novela negra argentina dentro de esa colección, y una de las primeras de la narrativa criminal argentina. Se entretuvo escribiéndola el matrimonio Silvina Ocampo-Adolfo Bioy Casares, anotando guiños e ironías que los divirtieron durante los 34 breves capítulos, y no dejan de divertir y entretener a los lectores. Fue lo único que escribieron juntos. Juegan con elementos clásicos del policial británico, con mucho de Agatha Christie: un espacio cerrado por las inclemencias del tiempo, el viejo Hotel de Ostende con una docena de huéspedes aislados, una muerte misteriosa, varios sospechosos y la resolución del crimen tras cuatro días y cuatro noches. A cada paso hay giros en la trama, situaciones inesperadas, detalles perturbadores. Durante treinta años la novela fue olvidada, considerada un juguete literario menor. Luego no paró de ser reeditada por diversos sellos. Y cada vez que apareció llevó a una nueva lectura, a descubrir que el protagonista podía ser un chiste a Borges, que la mujer envenenada (traductora y correctora de novelas policiales) les servía para hacer una crítica irónica de las novelas de El Séptimo Círculo, hay guiños a Simenon y a Chandler, y párrafos entre los narradores sobre amores no consumados, deseos fracasados y secretas ilusiones. A cada rato se la está por llevar al cine.
M. S.
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