11 de noviembre 2011 - 00:00

Tras anunciar el fin de la violencia, ETA habla ya de entregar las armas

Dos adolescentes, envuelta una en una bandera vasca y llevando otra un gorro con consignas nacionalistas, pasan junto a una pintada en Bilbao que reclama una amnistía para los etarras presos. Se acerca el fin de ETA.
Dos adolescentes, envuelta una en una bandera vasca y llevando otra un gorro con consignas nacionalistas, pasan junto a una pintada en Bilbao que reclama una amnistía para los etarras presos. Se acerca el fin de ETA.
Madrid - Tras declarar hace tres semanas un cese definitivo de su actividad terrorista, la organización vasca ETA afirmó ayer que «el desarme está en la agenda» y que está dispuesta a «adoptar compromisos» en ese sentido, una instancia crucial reclamada por quienes descreen de su voluntad real de abandonar la violencia.

Dos voceros del grupo separatista aseguraron al diario vasco proindependentista «Gara» que la decisión sobre poner fin a la lucha armada «no era sencilla» y que fue resultado de un «proceso de reflexión iniciado hace al menos una década y que no ha sido estructurado y lineal».

Si bien el último anuncio de ETA había sido recibido con optimismo por la dirigencia política de España, el sector más conservador del Partido Popular sembró dudas sobre las reales intenciones de la organización si ésta conserva las armas. El tema irrumpió en plena campaña electoral para las elecciones del 20 del corriente mes, aunque no logró incidir mayormente en las encuestas, que dan como favorito al conservador Mariano Rajoy.

Según el avance de la entrevista de doce páginas que será publicada hoy, los militantes de ETA afirmaron que «no va a estar sentada en la mesa de la negociación política porque es a la sociedad vasca a la que le toca avanzar».

La organización separatista vasca anunció el 20 de octubre pasado el «cese definitivo» de su actividad armada después de 52 años de acciones terroristas destinadas a lograr la creación de un Estado vasco independiente de España y Francia. El accionar de esta organización, que empezó combatiendo a la dictadura de Francisco Franco, dejó más de 800 víctimas mortales, la gran mayoría de ellas hombres y mujeres indefensos y sin mayor responsabilidad política o militar.

El adelanto indicó que los portavoces de ETA explican que la decisión anunciada en octubre es equiparable en cuanto a trascendencia a la creación de la organización terrorista en 1959 y a la decisión de seguir con la «lucha armada» tras la muerte de Franco.

«Gara» indicó en su edición digital que ETA explica en sus respuestas cuál es su posición actual ante el Ejecutivo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero y cuáles serán sus pasos ante la previsible llegada al poder de Rajoy.

En la entrevista exclusiva, los etarras, cuya identidad no trascendió, revelaron otros escenarios posibles, como qué ocurriría si el Gobierno español optara por intentar bloquear completamente la situación.

El anticipo de la entrevista a los etarras coincidió con la celebración en el País Vasco del Día de la Memoria, en honor a todas las víctimas de la violencia política en la norteña región autonómica desde el retorno de la democracia.

La primera conmemoración desde el histórico paso dado por la organización separatista contó con la inédita presencia de la izquierda abertzale (radical independentista), que durante medio siglo actuó como el brazo político de ETA, lo que da cuenta del inicio de un nuevo ciclo. De todos modos, la celebración puso de manifiesto las diferencias que persisten en el País Vasco.

El Día de la Memoria nació de una ley vasca de 2008, que reconoce como víctimas a quienes hayan sufrido «la acción terrorista» o de los miembros de «bandas o grupos armados» que actuaran para «alterar gravemente la paz y seguridad ciudadanas».

De esta forma, se incluye a ETA y al GAL, grupo parapolicial responsable de la «guerra sucia» contra la organización separatista que operó durante los primeros años del Gobierno del socialista Felipe González. Los independentistas reclaman que también sean recordados etarras que cayeron, por ejemplo, al explotarles una bomba que manipulaban.

El presidente regional, el socialista Patxi López, pidió a los vascos que escuchen las «experiencias diferentes, personales e irrepetibles», que han sufrido las víctimas de la violencia para construir una «verdad compartida» que sirva de «muro de contención frente a posibles tentaciones totalitarias en el futuro». Pero también advirtió: «El que muere queriendo matar no es una víctima, es un asesino frustrado».

Las asociaciones de víctimas de ETA se negaron a participar de esta conmemoración desde su instauración en 2010 fijando como fecha uno de los pocos días del año en los que nunca hubo atentados.

Agencias ANSA, AFP y EFE,

y Ámbito Financiero

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