2 de enero 2015 - 00:00

Un talismán para 2015

Un talismán para 2015
  En la última rueda del 2014 el Promedio Industrial retrocedió el 0,89% a 17.823,07 puntos, con lo que cede el 1,12% en las últimas cinco ruedas (quedan dos para que se defina el "Efecto de Navidad"). En el año (el sexto consecutivo que termina en alza) el Dow pasó el 56% del tiempo del lado ganador, trepando el 7,52% -algo menos de la media histórica desde 1896 del 7,6%- y un volumen diario negociado apenas el 0,2% superior al de 2013, lo que permite hablar de un año mediocre. Algo similar podemos decir sobre el S&P500, que a pesar de experimentar el cierre anual más bajista desde 2001, gana el 11,39% en el año (coincidente con la media histórica), o del 13,4% que ganó el Nasdaq (media histórica del 15,08%). Claro que peor le fue a los commodities que retrocedieron en promedio algo más del 17% (el precio del petróleo se desmoronó más de 45%). Ganadores fueron el dólar que trepó el 12,7% frente a las principales monedas y los bonos del tesoro cuya tasa a 10 años se derrumbó casi un punto porcentual, pasando del 3,04% anual al 2,17%. Por su lado los mercados emergentes, se anotaron una baja por primera vez en doce años, al retroceder el 4,6% (sus monedas se devaluaron en promedio 12% frente al dólar). Pasando a cosas importantes: uno de los aportes más grandes de Mahatma Gandhi al mundo financiero aparece en una nota de 1948: "Te voy a regalar un talismán. Cuando sea que tengas alguna duda, o cuando tu ego sea demasiado para luchar contra él, aplicá la siguiente prueba. Recordá la cara de la persona más pobre y débil que hayas visto alguna vez en tu vida, y preguntate si el paso que estas por dar le será de algún beneficio. ¿Ganará el algo con ello?..." (Mahatma Gandhi-Last Phase, Vol. II (1958), P. 65). Esta máxima es adecuada tanto para la toma de una decisión o dar un consejo de inversión (comprar, mantener o vender de manera moralmente responsable), como la implementación de políticas de mercado, o la realización de comentarios financieros. Gandhi no cuestiona las fuerzas del mercado (lucro y prudencia), sólo las orienta de manera que sean económica y socialmente beneficiosas (que no se tornen en codicia y temor). Ojalá este talismán sirva a los lectores a lo largo de todo el año que recién comienza.

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