10 de junio 2019 - 00:00

Venezuela rechaza los cálculos de la ONU sobre su éxodo

Alivio. La reapertura de la frontera entre Venezuela y Colombia supuso un respiro para miles de personas que buscan migrar. Así, solo parcialmente liberado, lució el puente Simón Bolívar en Táchira.
Alivio. La reapertura de la frontera entre Venezuela y Colombia supuso un respiro para miles de personas que buscan migrar. Así, solo parcialmente liberado, lució el puente Simón Bolívar en Táchira.

Caracas - El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, acusó ayer a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de mentir sobre la última cifra del éxodo de personas del país que publicó esta y que alertó que alcanzó un nuevo pico: más de 4 millones de venezolanos desde 2016.

“En estrategia contra Venezuela retoman la matriz migratoria que había desaparecido de los medios de comunicación desde enero. La derrota y el desespero los lleva a reciclar temas, readecuando la obsesiva agresión contra el país”, aseguró Arreaza en su cuenta de Twitter.

Nombró sin indirectas a la agencia para los refugiados, la Acnur, y la acusó de “instrumentalizar la migración venezolana”.

“Mienten e inflan cifras para recibir más recursos con destino incierto, en medio de una rebatiña parasitaria, a costa de la dignidad y los derechos humanos de los venezolanos”, concluyó.

En los últimos tres años y medio, millones de personas abandonaron Venezuela, algunos por avión a destinos más lejanos y con más recursos para iniciar una nueva vida, y otros, la mayoría, a pie hacia los países vecinos para instalarse de manera precaria y casi sin dinero en busca de un trabajo que les permita enviar remesas a sus familiares.

Números

La gran mayoría de los migrantes venezolanos se ha trasladado a otros países de la región, como Colombia, que recibió a 1,3 millones de ellos, seguido de Perú con 768.000, Chile con 288.000, Ecuador con 263.000, Brasil con 168.000 y Argentina con 130.000.

Cuando el éxodo se volvió masivo y cotidiano, tanto la Acnur como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las dos organizaciones no estatales referentes en flujos de migrantes y refugiados en el mundo, se unieron para manejar una misión regional que asistiera y protegiera, en lo posible, a los venezolanos en el exterior. A partir de eso, la ONU comenzó también a alertar sobre una crisis humanitaria dentro de Venezuela, una situación de escasez que el Gobierno de Nicolás Maduro finalmente reconoció, aunque la adjudicó a las sanciones de Estados Unidos.

Agencia Télam

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