9 de febrero 2021 - 00:00

"Volare": una canción y su desconocida historia

Domenico Modugno, su creador, está interpretado por el actor Beppe Fiorello.

Dipinto di blu. Beppe Fiorello interpreta a Domenico Modugno.

Dipinto di blu. Beppe Fiorello interpreta a Domenico Modugno.

Casi todo el mundo conoce la canción “Volare (Nel blu dipinto di blu)”. Éxito mundial de 1958, llegó inclusive a ser número uno en ventas en EE.UU., convirtiendo a Domenico Modugno en el primer autor que ganó un doble Grammy por Mejor Grabación y Mejor Canción. También “Ciao, ciao, bambina”, “Dio, come ti amo”, “La lontananza”, “Come hai fatto”, “Meraviglioso” y varias otras fueron éxitos y todavía se recuerdan. Modugno, apasionado, divertido, mujeriego, compuso e impuso más de 230 temas, ganó cuatro veces el Festival de San Remo, una vez Eurovisión, hizo cientos de giras internacionales, actuó en 38 films (y dirigió uno), 7 telefilms, 13 obras musicales, condujo programas televisivos y cuando se retiró lo eligieron diputado del Partito Radicale Italiano. El día que lo tuvieron que llevar al Cimitero Flaminio, a su paso, desde todas las ventanas de Roma lo iba saludando una canción, emitida en simultáneo por todas las emisoras de Roma: “Volare”.

¿Pero cómo surgió ese tema, y cómo se impuso? Tal es el eje de la película en dos partes “Volare. La grande storia di Domenico Modugno”, que Europa Europa estrenó ayer. No cuenta toda la vida del artista, eso sería inútil y cansador. En sólo dos capítulos se limita a contar la partida ilusionada del pueblito de Polignano a Mare, bañado por el Adriático, los tiempos juveniles de bohemia en Roma, estudiando en Cinecittá, ganándose la vida y los corazones como cantor y extra de cine, hasta el momento en que llega la inspiración inicial de su amigo Franco Migliacci (luego letrista de Mina, Milva y otras estrellas) y la presentación de “Volare” en San Remo, primero en la voz melódica de Johnny Dorelli, luego en la versión consagratoria de Modugno.

Protagonizada por el camaleónico Beppe Fiorello, que absorbe muy bien la gestualidad y el timbre del artista en sus comienzos, la miniserie recuerda algunos momentos claves, como el rodaje de una escena de “Carica eroica” (el primer film donde ya fue más que extra), figuras que el público ya conoce (p.ej. Vittorio De Sica en una linda escena a cargo de Michele Placido) y otras que conviene conocer, o recordar, como Migliacci, Pezzaglia, Giulia Lazzarini (que de grande hizo “Mia madre”, de Nanni Moretti) o la hermosa Franca Gandolfi, actriz, cantante y bailarina que entre peleas y reconciliaciones terminó casándose con Modugno. Fue precisamente para reconquistarla que él escribió el tema en dialecto “Resta cu’mme”. Y fue ella, quien en 2013 dio el visto bueno a esta miniserie, en la cual es encarnada por la actriz y modelo polaca Kasia Smutniak. Hay, además, otra figura digna de recuerdo: el príncipe Raimondo Lanza de Trabia, amante de Rita Hayworth y Carrol Baker, militar y diplomático durante la guerra, luego mecenas de artistas y deportistas, autocrítico hasta la depresión definitiva. Dicen que a él se refiere Modugno en el elíptico y estremecedor final de su tema “L’uomo in frac”.

Conviene advertirlo: la miniserie es algo imperfecta, sobre todo al comienzo, en una escena donde el protagonista debe llevar un caballo al matadero. Se supone que es un animal viejo, malherido por una explosión, y eso no se advierte para nada. Pero cuando ahí empieza a escucharse uno de los primeros temas dialectales de Modugno, “Cavaddu cecu de la minera”, caballo ciego de la mina, empieza la emoción y se terminan los reproches. El guión es de Sandro Petraglia y Stefano Rulli, que han escrito para Gianni Amelio, Moretti, Bellocchio y otros buenos.

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