13 de junio 2025 - 15:45

Tres estrenos nacionales en la cartelera de esta semana

"El gatillero", que tiene la particularidad de estar filmada en un único plano secuencia (como la serie "Adolescencia"); "Por tu bien", de Axel Monsú, y el documental "Tres cruces", de Alejandro Rath.

Gatillero, de  Cris Tapia Marchiori, violento film que llegó a las salas de cine.

"Gatillero", de  Cris Tapia Marchiori, violento film que llegó a las salas de cine.

Tres películas renuevan esta semana la cartelera del cine nacional, y diez proyectos resultan ganadores del primer concurso que hace la actual gestión del Incaa, lo que señala, al fin, un paso adelante. En detalle:

El estreno más comentado es “Gatillero”, de Cris Tapia Marchiori, una de tiros a lo largo de una sola noche en Isla Maciel. Narcos, matones, pibes malentretenidos, la jefa de la banda, la encargada del comedor vecinal, y, recién salido de la cárcel, el Galgo Correa. Si no fuera un galgo la película terminaría más rápido y con menos muertos.

La historia es convencional, entretenida, con mucha pólvora y mala leche, afectada solo por un pequeño discurso que aminora el ritmo unos instantes. Pero lo más llamativo es que está hecha en un solo plano- secuencia, y eso que tiene un gran despliegue de peleas, persecuciones, vehículos y callejones. Esto no lo hace cualquiera. Aplausos para Cris Tapia Marchiori, experto en escenas de acción, toda la gente de Dukkah Producciones, el director de fotografía Martín Sapia y el elenco encabezado por Sergio Podeley en el papel de su vida. Ya hay premios: Mejor Guión (Tapia y Clara Ambrosini) y Dirección en el Toledo Action Film Festival, Mejor Actor en el Fantaspoa de Porto Alegre, la lista sigue. Dato interesante, la película, de presupuesto ajustado, sin nombres conocidos salvo Julieta Díaz y Maite Lanata, se estrenó simultáneamente en más de 24 salas del país. Y gatillero, ay, es un mexicanismo.

“Por tu bien”, de Alex Monsú, tiene otro ritmo, y otra clase de violencia. Sucede en el interior de Misiones. Una chica buena, obediente, de familia religiosa, tiene su noviecito pero de pronto sus padres la casan con el hijo de una familia todavía más religiosa. Encima parece que el futuro esposo tiene un problemita. La película no lo dice, pero sutilmente deja que se vaya entendiendo. Los padres del joven están preocupados. La chica también, y, aunque quiera ser obediente a su esposo, un día se le puede acabar la paciencia.

Todo, levemente sugerido, con discreción, pantalla ancha, canto de pajaritos y un tono de extrañeza bien logrado. Y todo, película, autor, intérpretes, personal técnico, absolutamente de origen misionero. Un ejemplo del buen nivel y las posibilidades que puede tener el cine del interior bien apoyado por los organismos provinciales.

Detalle aparte, que contribuye al referido tono de extrañeza: ¿qué culto practican esos personajes? ¿Evangelistas que leen devotamente el Eclesiástico? Suena raro. En todo caso las mujeres van al pie, no a la par de los hombres, y eso es determinante. (Cuidado, lector, no confundir Eclesiástico con Eclesiastés, que es otra cosa y forma linda trilogía con El cantar de los cantares y los Proverbios del rey Salomón).

“Tres cruces”, de Alejandro Rath, no tiene nada que ver con el chamamé de don Mario Millán Medina “Las tres cruces”: “Taita y Olano, viejos contrarios/ enemistados por su opinión, / al encontrarse se pelearon, / ponchillo en brazo, facón a facón. / Cambá que era el comisario/ corrió a apartarlos, era su deber, / muy malheridos y ensangrentados/ los tres quedaron allí en su ley”. O quizá el film que ahora se estrena tenga algo que ver, pero por la contraria, ya que Rath habla de tres casos donde una autoridad debía correr a apartar a alguien que estaba causando daño. Era su deber. Pero tardó demasiado en hacerlo y ahora solo recae sobre ellos la cruz de la deshonra.

El tema es ríspido, y motivo habitual de reclamos: la demora de las autoridades eclesiásticas para castigar a los curas que cometen abusos sobre los niños a su cargo. La justicia es lenta, a veces ciega. Rath lo ejemplifica con tres casos puntuales donde pesan como consecuencia el odio y el resentimiento, al punto que una de las víctimas, ya una persona grande, reclama exagerando “Dios me tiene que pedir perdón a mí”. Un film para la reflexión, y la discusión.

“Gatillero” (Argentina, 2025). Dir.: Cris Tapia Marchiori; Int.: Sergio Podeley, Maite Lanata, Julieta Díaz, Ramiro Blass, Mariano Torre.

“Por tu bien” (Argentina, 2024). Dir.: Axel Monsú; Int.: Sabrina Melgarejo, Gastón Ricaud, Alatiel Mulka, Gicela Méndez Ribeiro, Cynthia Krawczyk.

“Tres cruces” (Argentina, 2024). Dir.: Alejandro Rath; documental.

Proyectos

En setiembre de 2024, la actual gestión del Incaa convocó por primera vez a un concurso de proyectos. Los ganadores se dieron a conocer ahora en junio, son diez directores ya experimentados, entre ellos Clarisa Navas y Benjamin Naishtat y Victoria Galardi, la de “Amorosa Soledad”, “Cerro Bayo”, “Pensé que iba a haber fiesta”, y las series “Manual de supervivencia” y “Pequeñas victorias”. Detalle interesante, uno de los proyectos, “El delator”, ambientado en los años ’70, ya había sido oportunamente premiado en el Festival Internacional de Cine Político de 2022. No consiguió entonces un consecuente respaldo financiero y siguió insistiendo, más allá del cambio de mano del Incaa y del propio título, que se confunde con uno de John Ford.

Aquí, la lista de proyectos ganadores, por mero orden alfabético: “Amazon Dream”, de Andrew Sala; “El buen juicio (Emoción violenta)”, de Matías Scarvaci, documental; “El corazón es un músculo errático”, de Julián Dabien; “El delator”, de Mariano Ministrelli; “La escuela pesada”, de Hernán Roselli; “Los amantes que no sabían demasiado”, de Gastón del Porto; “Los erizos”, de María Victoria Galardi; “Perfume. Una película de María Gabriela Epumer”, de Lucia Soledad Ruiz, documental; “Se queman de la misma forma”, de Clarisa Navas; “Zona Norte”, de Benjamín Naishat. Acaso este último sea el primero en concretarse.

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