3 de agosto 2020 - 00:00

El cine despidió a un grande, Alan Parker

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El pasado viernes murió, a los 76 años, el cineasta inglés Alan Parker, quien en nuestro país tuvo especial relieve en 1996 por haber filmado el musical “Evita”, con Madonna y Antonio Banderas. Parker, como lo destacó el fin de semana el compositor Andrew Lloyd Webber, fue uno de los mejores directores en el género del musical moderno, género que parecía extinguido después de su apogeo en Hollywood entre los años 30 y 40. Justamente, Lloyd Webber le debe a Parker la mejor de las versiones de sus musicales en el cine, que fue “Evita”, a diferencia de las olvidables versiones de “El fantasma de la ópera” y la reciente y bochornosa “Cats”. En esta misma línea hay que sumar los éxitos de Parker en el inicial “Bugsy Malone”, seguido por “Fama”, “Pink Floyd The Wall” y “The Commitments”.

Sin embargo, su talento excedió el musical y lo llevó a probar los géneros más diversos, en casi todos los casos con títulos memorables. Su mayor logro comercial fue el drama carcelario “Expreso de medianoche” (1979); en el drama conyugal hizo un film estupendo, hoy olvidado, “Donde hubo fuego” (“Shoot the Moon”, 1982, con Albert Finney y Diane Keaton); en “Mississippi en llamas” denunció el racismo en el sur estadounidense, y en el cine de terror dejó una película impecable como “Corazón satánico”, con Mickey Rourke.

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