A menudo se dice que el público va al teatro para entretenerse y no pensar demasiado, para evadirse de su realidad, que huye a temas duros, pero ¿por qué agotan entradas obras que golpean con cuestiones como la depresión, el trastorno de ansiedad, el suicidio, las drogas y la rehabilitación, a la vez buscan dejar un mensaje esperanzador?
¿Por qué agotan localidades obras dolorosas sobre la depresión, el suicidio o la rehabilitación?
“Personas, lugares & cosas”; sobre una mujer en rehabilitación, “Las cosas maravillosas”, sobre una hija que padece la depresión y el suicidio de su madre; “Una navidad de mierda” que, pese a ser una comedia hilarante presenta un personaje con psicosis paranoide; “Druk”, sobre el alcoholismo y antes “La casa oscura” o "Casi normales".
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Flor Otero protagoniza "Personas, lugares & cosas", los martes en el Astral.
Confluyen en cartel algunas obras que tocan desde diferentes géneros esos tópicos y parecen hechizar a los espectadores. Así como son furor series como “Yo adicto” o antes “Ni una mas” o “Euphoria”, entre tantas otras, en teatro funcionan de maravillas y multilplican temporadas obras como “Personas, lugares & cosas”, sobre una mujer en rehabilitación, “Las cosas maravillosas”, sobre una hija que padece la depresión y el suicidio de su madre o “Una navidad de mierda” que, pese a ser una comedia hilarante para no dejar de reír, presenta un personaje con psicosis paranoide. En “Druk” se aborda desde el humor el alcoholismo, aunque comience como un juego pero desate la tragedia; en “La casa oscura” Mariela Asensioy Maruja Bustamante orillaban los historiales médicos y diagnósticos psiquiátricos; en “Casi normales” que se presentó con éxito rotundo durante varias temporadas, todo giraba en torno una familia cuya madre sufría trastornos de personalidad y se enfrentaba a las pastillas y los psiquiatras. Ya desde “Crave”, de Sarah Kane, la lluvia de pastillas era el único resultado posible a una existencia insoportable.
“Personas, lugares & cosas” y “Las cosas maravillosas”, fueron escritas por Duncan Macmillan, acaso sea esa la razón por la que parecen un díptico: ambas dejan ver a criaturas atravesadas por un mundo que les duele, muestran una existencia insoportable, acechadas por la depresión y la búsqueda desesperada de escape. Ese es el germen de los males de los personajes en ambas y sumergen al espectador en un túnel de angustias e interrogantes.
En la primera Flor Otero encarna a una adicta al alcohol y las drogas en tanto la segunda presenta a una hija (Natie Párez pero pasaron muchos actores y actrices y seguirá con otros nuevos protagonistas) quien cuenta cómo pasó su vida intentando lidiar con los reiterados intentos de sucidio de su madre.
Las “Personas, lugares & cosas” del título son aquello a lo que no hay que volver si lleva a consumir, y vemos al grupo de ayuda en el centro de rehabilitación intentándolo. En “Las cosas maravillosas” se construyen diferentes momentos en la vida de esta hija, desde la infancia hasta la adultez.
En ambas la puesta es moderna y novedosa, con público sentado sobre el escenario, acaso buscando una doble identificación, no sólo espejarse en algún personaje de la obra sino a la vez en los espectadores allí ubicados y atravesados por aquello que se representa. En “Personas, lugares & cosas” se valen de un dispositivo escenográfico que envuelve a los personajes en una pantalla de imágenes, construyendo alucinaciones, sueños, espacios, delirio y pavor al atravesar el síndrome de abstinencia. En tanto en “Las cosas maravillosas” no hay escenografía, sólo objetos específicos y se apela a la participación de los espectadores a quienes se llama a leer parte de esa lista de cosas maravillosas por las que vale la pena vivir. También se los invita a desempeñar personajes claves de la obra.
En ambas se vislumbran madres frágiles capaces de arruinar la psiquis de esas hijas a quienes el psicoanálisis abrazaría al detectar allí el germen del dolor. También queda en evidencia que hay revancha cuando logran, por fin, sobreponerse al dolor.
Para mitigar esa visión pesimista que empuja como sea a hacer la vida transitable, hay humor y hay una invitación permanente para perseguir la felicidad. En “Personas, lugares & cosas” sorprende un momento catártico y gratificante con fiesta y DJ que propone al público subir al escenario a bailar en ese trance, mientras en “Las cosas maravillosas” se reiteran las pequeñas grandes cosas y momentos inmateriales para que el público salga con una sonrisa, pese a lo perturbador de la historia que acaba de ver.
PERSONAS LUGARES & COSAS. Autor: D. Macmillan. Dir.: J. Panno. Int.: Flor Otero. El resto del elenco está integrado por Carlos Kaspar, Nelson Rueda, Estela Garelli, Diana Santini, Santiago Racca, Sara Cordoba, Estefanía D´Anna, Roco Sáenz, María Latzina y Fiore Provenzano. Teatro Astral, martes 20 hs.
LAS COSAS MARAVILLOSAS. Autor: D. Macmillan. Dir.: Mey Scapola. Int.: Natalie Pérez. Multiteatro, viernes 22.30 hs., sábado y domingo 16 hs.
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