19 de abril 2024 - 09:26

Seducción a inversores en Wall Street y los rumores en el mercado sobre el rumbo de la economía argentina

La crème de la crème financiera está en Washington. Caputo, con dos manos derechas, se reunió con popes de negocios en EEUU. Los gurúes dan pronósticos.

Se percibe que el Gobierno pasó de la urgencia a la transición, para lo cual inyectó el nuevo paquete fiscal concentrado en Ganancias, rezando para que la moratoria, el blanqueo y Personales hagan su aporte. 
Se percibe que el Gobierno pasó de la urgencia a la transición, para lo cual inyectó el nuevo paquete fiscal concentrado en Ganancias, rezando para que la moratoria, el blanqueo y Personales hagan su aporte. 
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La crème de la crème financiera está en Washington, por donde también andan el ministro de Economía, Luis Caputo, y junto a sus manos derechas Bausili y Quirno, para participar de las reuniones con el FMI y también en busca de seducir inversores.

Los funcionario dieron rienda suelta a sus ideas y planes ante un salón colmado de financistas y banqueros en el D.C. -organizado por el JP Morgan- donde intentaron bajar línea sobre el compromiso oficial con el ajuste fiscal y todo lo demás que le gusta escuchar a “los mismos de siempre”.

Les adelantaron que el IPC de abril está muy cerca del dígito aún con los precios regulados aportando cerca de 5 puntos al dato mensual y que por ahora el levantamiento del cepo no era inminente.

Tras el evento los bonos argentinos tuvieron una recuperación luego de jornadas de castigo y, como de costumbre, se asoció la mejora en las paridades de los bonos a los dichos del mini equipo económico. Pero como destacó uno de los mayores “boneros” de emergentes la baja de las tasas largas en EE.UU. catapultó a la deuda emergente donde, obviamente, la argentina se destacó desde el primer subsuelo. Fiel a la historia, la deuda argentina a la hora de las malas noticias cae más que el resto y cuando rebota suele destacarse.

Y hablando de los encuentros preliminares que rodean a las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, uno de los platos fuertes tuvo lugar en el The Willard InterContinental, a metros de la Casa Blanca. Fue el seminario del IIF sobre perspectivas mundiales organizado por S&P. Allí confirmaron que a medida que casi 60 países acuden a las urnas este año y evolucionan las tensiones geopolíticas, queda claro que 2024 será un año definido por la turbulencia, la transición y la transformación.

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De arranque hubo un panel perspicaz sobre las perspectivas económicas y de riesgo mundiales que tuvo como protagonistas a Megan Greene (Banco de Inglaterra), Paul Gruenwald (S&P Global), Jonathan Pingle (UBS) y Debora Revoltella (European Investment Bank), que discutieron los posibles escenarios económicos para 2024. Luego sobrevino un debate entre Piero Cipollone, Raghuram Rajan, Russ Vought del European Central Bank y el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey. Posteriormente su par español, Pablo Hernández, puso el acento en los desafíos de la inteligencia artificial (IA) para las empresas de servicios financieros y señaló que cuando se trata de banca, es fundamental que las empresas tengan en cuenta el riesgo que plantea la IA en su gestión de riesgos, Y es fundamental que el juicio humano desempeñe un papel en este marco.

No faltó, en este marco, una mesa redonda sobre lo que se le viene a la política exterior norteamericana con dos exfuncionarios de Trump del área de seguridad y relaciones internacionales, Elbridge Colby y Nadia Schadlow, y Rexon Ryu (The Asia Group). Tampoco faltó análisis sobre las próximas elecciones en EE.UU. ni de las relaciones entre EE.UU. y China, y el estado de la economía china, donde se destacaron las ponencias de Amy Walter (The Cook Political Report), de Leland Miller (China Beige Book), Helen Qiao (Bank of América) y Logan Wright (Rhodium Group).

Otros popes que participaron del evento fueron el ministro del Tesoro y Finanzas de la República de Turquía, Mehmet Simsek, el presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Jared Bernstein, Vali Nasr (Johns Hopkins) y la vice del Banco de México, Irene Espinosa Cantellano. Tras el almuerzo hubo un panel sobre las perspectivas de crecimiento de América Latina con los economistas Mónica Baumgarten de Bolle, Verónica Frisancho Robles (CAF), Mario Mesquita (Itaú Unibanco) y Mark Patrick (TIAA).

Para cerrar esta previa al cónclave del FMI/BM en la cena disertó la gobernadora de la Reserva Federal, Michelle Bowman. Otro encuentro que se las trajo fueron las discusiones del llamado Grupo de Expertos Independientes del G20 sobre la reforma de los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMDs). El actual presidente del grupo de jefes de los Bancos Multilaterales de Desarrollo, el brasileño Ilan Goldfajn, comentó que desde el BID estaban trabajando junto con las instituciones hermanas para crear un mejor sistema de BMDs, más grande y más efectivo, que garantizarán el máximo impacto y escala en América Latina y el Caribe.

Mientras el real nada en turbulencias cambiarias uno de los analistas más demandados fue el brasileño Thiago de Aragao (Arko), que no paró de dar charlas y ponencias en el D.C. interrogado no solo sobre la política brasileña sino también sobre los riesgos institucionales latinoamericanos, la logística latinoamericana (enfoque geopolítico) y las relaciones entre China y la región.

No todo es Washington

Pero no todo es Washington ya que en la vecina orilla rioplatense se llevó a cabo el tradicional evento anual de Latin Securities de un reconocido hombre del mercado argentino, Eduardo Tapia, quien reunió esta vez, no solo a los principales inversores, gestores y banqueros que operan en la región sino a políticos y deportistas de la talla de Luis María Sanguinetti, Luis Peña, Mauricio Macri, Javier Zanetti, Luis Scola, hasta Deepak Chopra y Susana Giménez. Hubo claro mucho comentario de pasillo sobre la situación argentina.

Algo de lo que se trajeron los que volvieron en el ferry de vuelta a Baires fue la buena lectura del IPM de marzo (5,4%), el mejor registro de la era libertaria y el más bajo en 12 meses, mientras todos los indicadores de alta frecuencia marcan una desaceleración importante de la inflación núcleo en abril. Esto impactó en las Lecaps, con la de enero operando por debajo del 4,5% de TEM.

Se percibe que el Gobierno pasó de la urgencia a la transición, para lo cual inyectó el nuevo paquete fiscal concentrado en Ganancias, rezando para que la moratoria, el blanqueo y Personales hagan su aporte.

Mientras tanto, la licuadora del Banco Central (BCRA) sigue a full tras la baja de la tasa al 70% anual limitando el crecimiento de los pasivos monetarios remunerados, licuando la contraparte de capital y ahorro de empresas y familias y así poder sostener el marco cambiario para profundizar la desinflación. Un gestor internacional que aprovechó el evento para visitar Argentina le comentó a un colega criollo que gran parte de la decisión de comprar, vender o mantener los bonos soberanos depende de la capacidad de Milei y el equipo económico para lograr un superávit fiscal.

Pero no hay mucho tiempo para hacer esto y reactivar la economía, ya que el país enfrenta grandes pagos de deuda externa a partir de este año y no se descarta un default. Por eso tienen un cauteloso optimismo, porque si el dolor del ajuste no trae mejoras económicas, el apoyo popular a Milei podría empezar a menguar en el segundo semestre de este año.

Pero también los inversores están preocupados por la falta de experiencia y habilidad política de Milei, ya que su diagnóstico podría ser el correcto, pero su capacidad para implementarlo es algo sospechosa. Todavía no hay desesperados por comprar, a pesar del reciente rally. Sobre la política, la lectura que hay es que el Gobierno pasó de la dureza al pragmatismo con algunas contradicciones y a pesar de estar en problemas aún no pierde el crédito con la sociedad que lo votó.

Hoy todos se siguen preguntando cuál es el rumbo real que adoptará Milei, si mantendrá el relato contra la casta o en cambio optará por negociar con todos ellos, los gobernadores, diputados y hasta el más rancio sindicalismo. Pareciera, según allegados a la Rosada, que todavía no está clara la táctica para no afectar el rumbo “libertario”. Las apuestas siguen así: un rebote en el segundo semestre que consolide la popularidad del Presidente, o un crecimiento mediocre que solidifique semejante ajuste, o bien un colapso debido a las inconsistencias de las medidas. No hay término medio. Aunque también se tiene en cuenta que varios politólogos y encuestadores destacan que la buena imagen del Presidente se basa en que es algo distinto y pese a sus locuras puede acertarla.

Ahora bien, habrá que ver hasta cuándo el estilo Milei, una combinación de anuncios, peleas, polémicas, trolls y distracciones, le permiten ganar tiempo hasta que lleguen los milagros. En tal sentido, rumorean esos allegados a la Rosada que Milei está seducido con la idea de distanciar las reuniones de Gabinete y abocarse más a lo suyo, la economía. También los ruidos y sainete libertario en el propio bloque generan inquietud sobre cómo impactará internamente. A Milei lo único que lo desvela políticamente es, como todo buen “casta”, tener un Congreso friendly el próximo año para esquivar a los dialoguistas, y en ello trabaja a destajo la Secretaria General de la Presidencia.

Para “cortar la bocha” -parafraseando a Cutzarida- el gestor local le recomendó el debate que van a protagonizar los economistas rioplatenses Arturo Porzecanski y Marcos Buscaglia sobre cómo añadir consideraciones democráticas al proceso de inversión, porque los actuales criterios ESG incorporaron estándares ambientales y sociales a las decisiones de inversión, pero es necesario mejorar su enfoque de los regímenes democráticos frente a los autocráticos. Es que advierten que es fácil financiar involuntariamente a autócratas al permitir que los índices de referencia den forma a las carteras de los inversores porque incluyen acciones y bonos de países que obtienen malos resultados en las clasificaciones de democracia. Mientras tanto, también se habla de un deja vú en el mercado financiero global sobre el Plaza Accord de los ochenta luego que el primer ministro japonés visitara la Casa Blanca y se generaran sospechas de un pacto ahora junto a Corea del Sur y EE.UU. Ampliaremos.

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