Desde hace siglos, el té negro ocupa un lugar diario en las tazas del mundo. Originario de China e India, su sabor intenso, color oscuro y versatilidad lo convirtieron en una de las infusiones más consumidas a nivel global. A diferencia de otras variedades como el té verde o el té de tilo, este pasa por un proceso de oxidación completo, lo que le otorga sus características particulares.
¿El té de la vida eterna? Harvard asegura que esta infusión frena el paso del tiempo
Un nuevo estudio resaltó el rol de una de las bebidas calientes más tradicionales y consumidas en el mundo.
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La legendaria infusión que vuelve a ganar protagonismo por sus variados beneficios.
En los últimos años, el interés científico por esta bebida creció considerablemente. No solo por su historia y popularidad, sino por los efectos que podría tener sobre la salud, según investigaciones recientes. Una de las más llamativas proviene de la Universidad de Harvard, que analizó su impacto en el organismo con resultados prometedores.
La comunidad médica y académica le empezó a prestar una mayor atención al té negro, que no solo acompañan desayunos o meriendas, sino que también puede ofrecer un bienestar a largo plazo. Aunque no se trata de una fórmula mágica, el estudio de Harvard vuelve a poner a la infusión en el centro del debate sobre el cuidado del cuerpo y el paso del tiempo.
Beneficios del te negro
Este estudio pone el foco en los polifenoles presentes en el té negro, compuestos naturales que actúan como antioxidantes. Estos ayudan a combatir el estrés oxidativo, una de las principales causas del envejecimiento celular. Al proteger a las células de los radicales libres, el té negro podría colaborar en el mantenimiento de una piel más saludable y órganos más resistentes al deterioro.
Además, esta infusión está relacionada a mejoras en la salud cardiovascular. Gracias a su contenido en flavonoides, su consumo regular podría reducir los niveles de colesterol LDL y mejorar la circulación sanguínea. Esto no solo favorece al corazón, sino también al sistema nervioso, ayudando a preservar funciones cognitivas con el paso del tiempo.
Otro beneficio relevante está asociado a su capacidad para estimular la concentración y el estado de alerta. A diferencia del café, el té negro contiene teína, una variante de la cafeína. Esta propiedad actúa de forma más gradual, evitando picos de energía y desbalances bruscos. Por eso, muchos expertos recomiendan incorporarlo como una opción saludable para quienes buscan estar activos mentalmente sin los efectos secundarios del exceso de cafeína.
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