La situación humanitaria en Gaza está llegando a limites extremos a casi dos años del comienzo de la guerra entre Israel y Hamas. Ser madre (o abuela) de un bebé es enfrentarse a lo imposible: no hay leche, comida, ni refugio. Unicef denuncia riesgos severos como infecciones, asfixia y deshidratación. En medio de una hambruna devastadora, las improvisaciones alimentarias se vuelven un riesgo que amenaza a miles de niños.
UNICEF advierte por la hambruna en Gaza: madres sin leche, bebés al borde de la desnutrición
La hambruna y la falta de leche infantil en Gaza ponen en riesgo la vida de miles de bebés. UNICEF alerta sobre la crisis mientras las familias recurren a mezclas peligrosas para alimentar a sus hijos.
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Una abuela alimenta a su nieta con agua colada de sopa en una tienda improvisada de Gaza. No hay leche ni fórmula, solo desesperación.
UNICEF alertó que la falta de acceso a alimentos adecuados y la crisis sanitaria están llevando a miles de niños a situaciones críticas de desnutrición severa. Ante la escasez, madres muelen garbanzos, pan o arroz para alimentar a sus hijos, pero Salim Oweis, vocero de la organización, advirtió a la agencia Reuters que estas prácticas solo agravan la salud de los bebés.
La escasez de fórmula infantil y la imposibilidad de amamantar debido a la desnutrición de las madres complican aún más la supervivencia de los recién nacidos. La organización advierte que las alternativas caseras y las mezclas improvisadas, que muchas veces no cuentan con los nutrientes esenciales, están poniendo en grave peligro la salud de los más pequeños, generando infecciones, deshidratación y otras complicaciones que pueden resultar mortales.
Los testimonios recogidos por Reuters reflejan esta realidad desgarradora. En una tienda precaria junto a la costa de Gaza, una bebé llora sin consuelo. Tiene tres meses y su familia le da de comer lo único que tiene: agua colada de sopa de lentejas. Sin leche en polvo, sin leche materna, sin azúcar ni fórmula, la bebé recibe un líquido tibio, sin nutrientes. “Por Dios, doctor, yo crié ocho hijos. Me decían que durante los seis primeros meses no se le podía dar al bebé ni hierbas, ni anís, ni siquiera agua. ¿Y ahora qué hago? Está huérfana... no tiene ni tres meses”, se lamenta Nemah Hamouda, desplazada de Beit Lahiya, abuela de la pequeña Muntaha.
La escena es trágicamente común. En medio del colapso humanitario, las familias recurren a pan rallado, infusiones de hierbas o tahina diluida para alimentar a los más pequeños. La fórmula infantil, cuando aparece en el mercado negro, supera los 100 dólares. “Cuando recibimos sopa de lentejas del comedor comunitario, cuelo el agua y se la doy. ¿Qué otra cosa puedo hacer?”, repite Hamouda. “Te hablo y te juro: tengo hambre. Y eso que soy una anciana. ¿Qué será de estos chicos?”.
Hospitales llenos, estómagos vacíos
En el hospital Al-Aqsa, las camas pediátricas están ocupadas por bebés visiblemente desnutridos, según publicó Reuters. Piel pegada al hueso, letargo, ojos hundidos. Azhar Imad cuenta que intenta darle a su hija tahina con agua, fenogreco o anís, pero “solo se enferma más”. Amna Awad, madre del pequeño Mohammed, relata con angustia: “Recorrí todo el hospital buscando una lata de fórmula. Me dijeron: no hay leche. Le doy agua, o suero oral para que no se deshidrate. Molemos pasta o lentejas para espesar el agua, pero eso le hace daño”.
El doctor Khalil Daqran, pediatra del hospital Al-Aqsa, expresa la gravedad de la situación: “Tenemos miles de niños cayendo en desnutrición severa porque no hay leche infantil". Además, explica que la falta de alimentos para las madres dificulta la lactancia y que, si la crisis continúa, la muerte de muchos bebés será inevitable.
La situación es tan extrema que el principal observatorio internacional sobre seguridad alimentaria ya habla abiertamente de hambruna. Las autoridades sanitarias de Gaza reportan al menos 154 muertes relacionadas con la desnutrición, de las cuales 89 son niños.
Israel anunció medidas para permitir la entrada de ayuda humanitaria, pero tanto la ONU como el Programa Mundial de Alimentos denuncian que los permisos siguen sin llegar. La leche es, hoy, un recurso inalcanzable en Gaza. El conflicto por su distribución agrava aún más la crisis: Israel y EEUU culpan a Hamas de desviar ayuda; Hamas acusa a Israel de usar el hambre como arma; y la ONU dice no haber encontrado evidencia clara de desvíos sistemáticos.
EEUU refuerza la presión diplomática en Medio Oriente: misión de Steve Witkoff en Israel y nuevas sanciones a la Autoridad Palestina
El enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, se reunió este jueves con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en medio de crecientes presiones internacionales para alcanzar una tregua en Gaza y atender la profunda crisis humanitaria que atraviesa el enclave. La visita ocurre en paralelo con advertencias de organismos internacionales sobre el riesgo inminente de hambruna.
Apenas horas después del arribo de Witkoff, Donald Trump se expresó en su red social Truth Social: “La manera más rápida de poner fin a las crisis humanitarias en Gaza es que Hamas se rinda y libere a los rehenes”.
Mientras tanto, el Departamento de Estado de EEUU impuso sanciones contra funcionarios de la Autoridad Palestina (AP) y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), a quienes acusó de obstaculizar los esfuerzos de paz. La medida (que prohíbe la entrada a EEUU a las personas alcanzadas) marca un nuevo giro en la postura estadounidense, cada vez más distante de sus aliados europeos, que en las últimas semanas han expresado respaldo al reconocimiento de un Estado palestino.
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