3 de septiembre 2025 - 15:21

La apertura de importaciones golpea a PBA, Catamarca y otras regiones: alerta por empleo, crédito y costos logísticos

El rubro textil, entre los más castigados. La falta de crédito generan tensión en la industria y el comercio, con riesgo de empleo y programas de asistencia.

La apertura importadora reavivó la tensión entre la desregulación comercial y la necesidad de sostener el entramado industrial en las provincias

La apertura importadora reavivó la tensión entre la desregulación comercial y la necesidad de sostener el entramado industrial en las provincias

La apertura importadora del Gobierno nacional volvió a ubicarse en el centro del debate productivo. Informes recientes elaborados por las provincias de Buenos Aires y Catamarca advierten sobre el impacto en empresas industriales y comerciales, sumado a la falta de crédito y a la recesión interna. El resultado inmediato se traduce en pérdida de rentabilidad, presión sobre el empleo y un escenario en el que las pequeñas y medianas empresas aparecen como las más expuestas. También repercute en la caída del consumo.

El Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Augusto Costa, difundió el Monitor Productivo de julio con un dato central: la actividad económica bonaerense volvió a caer, esta vez un 0,8% mensual. Si bien en la comparación interanual todavía se observa un 3,3% de crecimiento, el nivel permanece 2% por debajo de 2023, lo que confirma que la recuperación aún no llega.

El documento advierte que la industria provincial atraviesa un panorama desigual y frágil: algunos rubros como la agroindustria y el automotriz mostraron avances, pero otros, como el textil y el calzado, se ven asfixiados por la presión importadora.

Costa subrayó que la apertura de importaciones “se convirtió en un condicionante central para ramas sensibles, donde la producción local compite con bienes que llegan a precios más bajos por los cambios en aranceles y la flexibilización de regímenes de control”.

El ministro planteó que, en paralelo, el crédito bancario prácticamente desapareció como herramienta de financiamiento y que esa combinación “pone en riesgo a la estructura productiva bonaerense, con efectos sobre el empleo formal y el entramado Pyme”.

En el norte y la búsqueda de asistencia a las industrias locales

En Catamarca, la Secretaría de Industria y Comercio provincial presentó un informe específico sobre el impacto de la apertura comercial. El documento, firmado por Lourdes Sosa Cano, señala que la reducción de aranceles, el boom de importaciones vía courier y la baja del Impuesto PAIS a 7,5% para bienes finales derivaron en una competencia desleal que afecta de lleno a empresas textiles, electrodomésticos y metalúrgicas. El trabajo puntualiza que la producción textil retrocedió 30% interanual en la provincia, con una caída del 4,7% en el empleo industrial Pyme y una capacidad ociosa del 42% de la maquinaria instalada.

Rubros alcanzados
Fuente: Secretaria de Industria y Comercio que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo de la provincia de Catamarca. Los rubros afectados allí

Fuente: Secretaria de Industria y Comercio que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo de la provincia de Catamarca. Los rubros afectados allí

Sosa Cano destacó que “la industria catamarqueña no requiere protección por debilidad, sino por su rol estratégico en el desarrollo federal y la generación de empleo genuino”. En ese marco, remarcó que lo más urgente para el sector es reducir costos logísticos, factor que incide con mayor intensidad en economías alejadas de los grandes centros de consumo. Según la funcionaria, los programas provinciales buscan amortiguar el impacto inmediato, pero sin cambios en la política nacional “será difícil sostener el entramado local”.

Entre las medidas implementadas, Catamarca lanzó el Programa de Emergencia Textil, que otorga hasta $200.000 por trabajador registrado durante seis meses, a condición de que las empresas mantengan sus plantillas. También se impulsaron campañas de consumo local y controles conjuntos con el Ministerio de Trabajo. El gobierno provincial complementó estas acciones con otros planes de mediano plazo, como la Ley Provincial N.º 2968 de Desarrollo Industrial, que ofrece beneficios impositivos y desgravaciones de hasta 100% en los primeros cinco años para compañías que realicen inversiones productivas.

Los datos del INDEC muestran que las importaciones de julio alcanzaron u$s6.738 millones, un alza interanual de 17,7%. En el caso de Catamarca, la Secretaría de Industria informó que más del 80% de las empresas textiles del NOA enfrentan problemas graves de productividad.

Tres firmas locales se vieron directamente afectadas: COTECA cerró su hilandería, TN Platex despidió a 29 trabajadores y Algodonera del Valle aplicó suspensiones.

En tierra bonaerense

El panorama bonaerense muestra similitudes. El Monitor Productivo detalla que la presión importadora golpea a la industria del calzado, la metalurgia y la producción de electrodomésticos, mientras que el empleo industrial se mantiene por debajo de los niveles de 2023. En paralelo, la construcción creció 22% en la extracción de minerales y 3,8% en despachos de cemento, pero con un nivel de trabajadores todavía rezagado.

El directivo de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (pymes), Eduardo Fernández, advirtió que la coyuntura actual combina recesión, falta de crédito y competencia importadora. “El futuro es sombrío. El crédito, que era uno de los motores del mercado interno, hoy está totalmente descartado tanto para consumo como para financiamiento de las empresas”.

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Fuente: Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires

Fuente: Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires

Según indicó, la suba de los encajes bancarios llevó el encaje total a 53,5% y el de bonos a 18,5% en agosto, con tasas reales imposibles de afrontar.

Fernández subrayó que la política monetaria vigente “eliminó el crédito como motor del consumo interno”. Recordó que durante la pandemia se perdieron 155.000 puestos de trabajo y que en los últimos 18 meses se sumaron otros 250.000. “Las Pymes están en una situación límite: no quieren despedir, pero no pueden sostener sus plantillas. Detrás del cierre de cada empresa hay historias familiares y economías regionales que desaparecen”, explicó.

El dirigente empresario comparó la coyuntura con la crisis de 2001: “Cuando se sinceren las cifras y se mida la economía real, vamos a encontrar un desastre comparable al de aquella época. Hoy el país está destruyendo empleo y cerrando empresas que tardaron décadas en consolidarse”.

El Observatorio Pyme aportó datos que confirman esa preocupación. Un relevamiento sobre más de 400 empresas reveló que el 70% mantuvo su producción estable o en baja en el último trimestre, con una caída promedio del 1,3% interanual. La debilidad de la demanda se convirtió en el principal problema para el 68% de las firmas, un número muy por encima del promedio histórico.

Industria Pyme Importaciones Fábricas
La industria en Catamarca, con problemas, al igual que en otras zonas del país

La industria en Catamarca, con problemas, al igual que en otras zonas del país

Desde la provincia de Buenos Aires, Augusto Costa sostuvo que la combinación de importaciones baratas y ausencia de financiamiento golpea a sectores que habían logrado sostenerse en medio de la recesión. El funcionario remarcó que “la industria local necesita previsibilidad macroeconómica y políticas activas para sostener la producción, porque de lo contrario el riesgo es la pérdida de miles de empleos en la región”.

En el mismo sentido, Lourdes Sosa Cano insistió en que el desafío no pasa únicamente por subsidios o transferencias de corto plazo, sino por generar condiciones estructurales para reducir costos logísticos y asegurar la competitividad de la producción catamarqueña en el largo plazo.

Madereras también en problemas

El sector de la madera atraviesa uno de los momentos más críticos de las últimas décadas agravado por importaciones. Según un relevamiento de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), mientras la actividad industrial general creció 5,5% en diciembre de 2024, la foresto-industria cayó 13,7% en términos acumulados. En muebles y colchones se registró un salto interanual de 52,9% en ese mismo mes, pero explicado únicamente por la base extremadamente baja de diciembre de 2023, cuando la actividad tocó un mínimo histórico. En el balance anual, la caída fue del 17,8%.

Fernando Couto, director ejecutivo de FAIMA, advirtió que gran parte de las industrias del rubro funcionan al 40% de su capacidad instalada. Explicó que la contracción del consumo y la paralización de la obra pública redujeron de forma abrupta la demanda de madera, mientras que las condiciones de exportación se volvieron cada vez más adversas. “El consumo se contrajo de manera alarmante, la obra pública está detenida y exportar desde el interior del país es cada vez más costoso por los fletes y los impuestos”, sostuvo.

La falta de acceso al crédito, los costos logísticos elevados y la presión tributaria completan un cuadro complejo. Couto señaló que exportar desde provincias alejadas de los puertos implica recorrer hasta 1.200 kilómetros, con tarifas portuarias y cargas impositivas que restan competitividad. Recordó además que el 80% de los establecimientos nucleados en FAIMA son pymes con menos de 50 empleados, muchas de ellas empresas familiares que cumplen un rol central en las economías regionales. Concluyó: “Cada planta que cierra es una comunidad que pierde oportunidades”.

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