Logró un contrato de cientos de millones de dólares, pero quedó en la ruina por torturar perros: la historia de Michael Vick

La insólita situación de un ex jugador de la NFL que logró una fortuna de cientos de millones, pero terminó en bancarrota.

La insólita historia del torturador de perros.

Michael Dwayne Vick era uno de los más reconocidos mariscales de campo de fútbol americano durante más de 13 temporadas. Llegó a ser considerado el jugador mejor pago en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), con un contrato de cientos de millones de dólares, pero tenía un pasatiempo aterrador y violento que terminó con su carrera deportiva.

Cambió la forma de ser mariscal de campo en el fútbol americano gracias a su habilidad. Y por eso supo liderar en todos los equipos que jugó. Pero evidentemente tenía una mente retorcida y su pasatiempos de utilizar perros para peleas lo terminó llevando, con toda justicia, a la cárcel. Lo que se descubrió en el allanamiento de su casa fue terrorífico.

Un contrato de 100 millones de dólares: la carrera deportiva de Michael Vick

El deportista estadounidense inició su carrera en los Atlanta Falcons en el año 2001, y durante 6 temporadas fue líder del equipo, jugando dos playoffs. Además consiguió un título de liga y una aparición en el juego de NFC Champions. En el año 2004, Michael Vick firmó un contrato récord por 130 millones de dólares, lo que se estima serían 216 millones de dólares de dinero actual.

La destreza de Vick en el campo de fútbol americano, sumada a lucrativos acuerdos de patrocinio con marcas como Nike y Coca-Cola, lo convirtieron en el segundo deportista con mayores ingresos de Estados Unidos en 2006. Acumuló la increíble cifra de 25,4 millones de dólares al año. Se podría decir que lo tenía todo, pero lo perdió muy rápido.

El impensado delito que llevó a Michael Vick a la ruina

El contrato multimillonario de Vick se rescindió rápidamente tras ser declarado culpable de dirigir una red ilegal de peleas de perros en 2007 y condenado a casi dos años de prisión por el delito. Vick quedó en la indigencia y se declaró en bancarrota (capítulo 11) en 2008 con deudas de unos 18 millones de dólares, el equivalente a 26,3 millones de dólares en la actualidad.

Los investigadores descubrieron en el lugar los restos enterrados de docenas de perros que habían sido ahogados o ahorcados, simplemente por no querer pelear. En el lugar habían construido una cerca alta para que no se viera lo que estaban haciendo. Los hombres probaron a los perros en peleas, les dispararon a algunos, otros fueron electrocutados e incluso dejaban colgando a los que no se desempeñaban bien.

Luego regresó a la NFL, pero fue apartado de los Falcons de Atlanta. El público fue muy hostil con él y pidió que se lo desvinculara del fútbol americano para siempre. El quarterback con los años limpió su imagen y se convirtió en un activista de los derechos de los animales con la Sociedad Protectora de Animales en 2009. Se dedicó desde entonces a la tarea de acabar de una vez por todas con las peleas de perros.