¿Autonomía plena o relato porteño? la verdad sobre la competencia y jurisdicción en CABA

La Ciudad tiene competencia. Tiene gobierno propio, leyes propias, policía propia. Pero sin jurisdicción completa, no hay autonomía real.

El autor copetirá en las elecciones del 18 de mayo para renovar la Legislatura

El autor copetirá en las elecciones del 18 de mayo para renovar la Legislatura

Desde hace años nos vienen diciendo que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es “autónoma”. Y sí, suena lindo. Pero hay una diferencia entre sonar autónomo y ser autónomo de verdad. Y para entender si esa autonomía es real, hay que hablar de dos palabras clave que suelen generar confusión: competencia y jurisdicción.

¿Vamos al grano? Vamos.

¿Qué es la competencia?

Es la facultad/aptitud de un gobierno para intervenir, gestionar o regular algo. Por ejemplo: si CABA puede legislar sobre salud, transporte, educación, seguridad, etc.

Hoy, la Ciudad tiene competencia plena en muchas áreas: controla el tránsito, regula la actividad comercial, tiene su propia policía (la Policía de la Ciudad), y sanciona sus leyes a través de la Legislatura.

Entonces, sí: la Ciudad tiene competencia. Hasta acá, venimos bien.

¿Y la jurisdicción, entonces?

Ah, amigo. Acá se pone interesante.

La jurisdicción es otra cosa: es la potestad de juzgar y hacer cumplir las leyes. Es decir, que un conflicto legal (civil, penal, laboral) se tramite con jueces propios, bajo leyes propias y en tribunales propios.

Y ¿sabés qué? En esto, la Ciudad todavía no es del todo autónoma. Porque gran parte de la justicia sigue siendo nacional. Especialmente la justicia penal ordinaria y la justicia laboral.

Es como tener una cancha propia, un equipo propio, hinchada propia... ¡pero el árbitro lo pone otro! ¿Eso es autonomía plena? No, es relato.

Entonces... ¿CABA tiene competencia, pero no jurisdicción plena?

Exacto. Tiene competencia para hacer leyes y políticas propias, pero en muchas materias no puede juzgar con sus propios jueces locales.

La Justicia Nacional sigue teniendo la sartén por el mango en muchísimos temas. Y eso es grave.

Porque si el que decide es otro, vos no sos el que gobierna. Y si no juzgas, no sos soberano.

Fallos clave que dijeron esto con todas las letras

Corrales (2005): la Corte Suprema dijo que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de CABA puede tener la última palabra cuando se discute una ley local.

Bazán (2010): se reafirma que el TSJ puede revisar decisiones de jueces nacionales si se trata de normas porteñas.

Levinas (2019): el caso del periodista sirvió para que la Corte ratifique que el TSJ tiene jurisdicción en cuestiones locales. Reafirma Corrales y Bazan.

Estos fallos son victorias, pero mínimas. Son reconocimientos judiciales, no transferencias de poder reales. La autonomía no se pide en tribunales, se construye con decisión política.

¿Y por qué CABA no tiene jurisdicción plena?

Por dos motivos:

  • Porque la Nación no terminó de transferir la justicia nacional a la Ciudad, como manda y ordena el art 129 de la Constitución desde 1994.
  • Porque faltan leyes-convenio entre el Congreso y la Legislatura para que esos poderes cambien de manos.

Hasta ahora, hubo avances parciales (con Macri y Larreta se traspasaron algunos juzgados penales, por ejemplo), pero seguimos a mitad de camino.

¿Qué necesitamos?

Un acuerdo institucional serio con el gobierno nacional (y sin mezquindades políticas) para terminar de transferir todas las competencias judiciales.

Que la Ciudad tenga su propio fuero penal completo, su justicia laboral y civil propia, y que sus jueces sean los que juzgan todo lo que pasa en su territorio.

Autonomía real, no de papel. No más parches, no más tutelajes, no más jueces nacionales que responden a Comodoro Py para resolver conflictos de vecinos de Villa Urquiza.

La Ciudad tiene competencia. Tiene gobierno propio, leyes propias, policía propia. Pero sin jurisdicción completa, no hay autonomía real.

Desde el PRO vamos a dar esa pelea. No desde el relato, sino desde los hechos. Porque gobernar una Ciudad también significa tener la capacidad de impartir justicia dentro de ella.

La autonomía se defiende, se construye y se ejerce.

Y la jurisdicción es el corazón de esa soberanía.

Abogado. Especialista en trabajo y Magister en empleo e innovación judicial. Diplomatura en IA aplicada a la gestión en entornos digitales.

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