4 de agosto 2020 - 16:26

Aprovechar la ola luego de la reestructuración

El arreglo de la deuda puede ser completamente funcional a lo que el equipo económico tendrá que encarar en breve: una estabilización profunda de los precios.

negociacion deuda
Foto: Pixabay

El acuerdo con los bonistas es la novedad económica más relevante de los últimos años. Al despejar los vencimientos de deuda en dólares, permite aliviar las tensiones en el mercado cambiario, reducir el riesgo argentino y abrir así la puerta al financiamiento para nuevos proyectos privados en áreas estratégicas, como el gas y el petróleo, la minería y hasta la propia construcción privada.

Menos incertidumbre sobre los dólares disponibles para una economía dolarizada en sus decisiones de fondo siempre es una buena noticia. Ahora bien; el arte de una buena política económica reside en cómo aprovechar todas las ventajas que ofrece esta adecuada reestructuración. El gobierno siempre señaló que su hoja de ruta comenzaba con renegociar la deuda. Ya lo hizo, y con éxito.

Se acerca el tiempo de recuperar la capacidad para volver a crecer de manera estable por varios años. El producto bruto por argentino está en niveles de 2007 y el tamaño de la economía es el mismo que el del año 2008, medido en dólares. Más de una década estancados…

La reconstrucción pospandemia es un desafío de muchísima mayor complejidad que el de la deuda. Esfuerzos de todo tipo, acuerdos políticos y sociales y mucha creatividad en las políticas públicas serán necesarios para desenmarañar un costo fiscal exclusivo del Covid del orden de los 7 puntos del PBI, alrededor de 9 millones de personas que perciben el ingreso familiar de emergencia, pymes con problemas de supervivencia y destrucción de puestos de trabajo.

El arreglo de la deuda puede ser completamente funcional a lo que el equipo económico tendrá que encarar en breve: una estabilización profunda de los precios. Con menos presiones sobre el dólar y mercados financieros menos volátiles, la Argentina está en condiciones de reducir a la mitad la inflación en 18 meses, para ubicarla en el orden del 20-25% anual. Pensar en crecer en forma estable por largos años no es posible con más de una década con alta inflación. El rebote proyectado para 2021 será mera estadística si no se señaliza un camino de consolidación fiscal que reduzca el financiamiento monetario del déficit y se ordenen las actualizaciones de tarifas, salarios y jubilaciones a los nuevos niveles de inflación buscados. La oportunidad está a mano.

Economista y director de Analytica

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