17 de septiembre 2021 - 00:00

La oficina pospandemia: un espacio antifrágil

Sólo habían pasado 24 horas entre que los líderes de Globant decidieron que sus empleados trabajen en forma remota y que todos ellos efectivamente lo hicieran. Más de 15.000 personas (hoy, ya casi son 20.000) en 18 países. Sólo veinticuatro horas. Sin interrupciones para el negocio. Sin que sus más de 800 clientes siquiera llegasen a notarlo.

Hoy, más de un año y medio después, dependiendo de la situación sanitaria en cada país, los globers -como se reconocen los empleados de Globant- están volviendo a su lugar de trabajo.

La compañía cuenta con más de 130.000 m2 de oficinas en el mundo. Y la pregunta es obvia: ¿Cuál es el rol de la oficina? O, para ser más claros, ¿qué será una oficina después de covid? Nassim Taleb, célebre autor de: “Antifragil: las cosas que se benefician del desorden”, señala que lo antifrágil no es sinónimo de robusto o resiliente sino que refiere a un estado de fluidez que se beneficia en el desorden. Veamos.

Las oficinas como espacios de encuentro. En empresas de servicios basados en conocimiento, probar, fallar, innovar y jugar es parte del negocio. En organizaciones donde el cerebro y la creatividad reemplazan a la máquina; las salas de reuniones, el comedor, y las mesas comunales, son las nuevas líneas de ensamblaje. La idea aplicada a un problema como su solución, clave para la oferta a clientes, surge de experiencias y asociaciones grupales, no individuales. Ya no es necesario que los equipos tengan un espacio de trabajo concreto sino que este tiene que tener un no-diseño tal que se adapte rápido a la necesidad de sus usuarios y maximice la colaboración y el aprendizaje.

Las oficinas como espacios de identificación. La pandemia nos enseñó que el work-life balance, como pretensión de separación entre la vida laboral (en la oficina) y la vida personal (en la casa), es una ilusión. La pregunta es: “¿Es esto algo malo?”. La respuesta: depende de la organización en la que se trabaje. En Globant queremos que cada glober pueda ser la mejor expresión de sí mismo cuando trabaja tanto como antes y después, en su vida personal. Las mejores soluciones aparecen cuando el talentoso se siente atraído por un desafío y, aunque no los tenga incorporados, sabe donde buscar los recursos para resolver eso que enfrenta. La nueva oficina post-pandemia debe responder a ese llamado: ser el espacio donde la gente talentosa puede buscar y -sobre todo- encontrar los recursos que necesita para solucionar un problema. Es esta lógica la que Globant abrazaba ya antes del covid, donde muchas de las características de las oficinas pre-pandémicas como códigos de vestimenta, espacios asignados, y horarios, solo por nombrar algunos, no tienen razón de ser. En Globant creemos que las oficinas son un lugar de continuidad y no de ruptura en la vida de cada persona. Un lugar de conexión genuina con líderes, pares y -sobre todo- desafíos y soluciones.

La hibridez como modelo. La organización debe ser capaz de brindar el soporte necesario para la alternancia entre los momentos remotos y los momentos compartidos. Esto se puede alcanzar a través de acuerdos explícitos en la manera de trabajar, en la habilitación de las herramientas necesarias para esta movilidad, y en los lineamientos para los líderes de cómo lograr ownership de parte de los integrantes de los equipos de manera que la entrega de resultados no se vea comprometida.

Globant ya optó por un modelo híbrido, con un lineamiento general de 3 días en la oficina y 2 en la casa. Por estar comprometido con la reinvención permanente de los negocios de sus clientes, ya que asumió que el cambio es la nueva constante. El concepto de “anti-fragilidad” que sintetiza Nassem Taleb bien puede aplicarse para administrar equipos y espacios de trabajo. Siempre, apostando al sentido común, la autonomía y confiando ciegamente en su cultura corporativa.

(*) People Experience Director de Globant.

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