16 de marzo 2020 - 00:01

"Parar el país 10 días" o gradualismo científico, el dilema de Alberto Fernández

Mensaje de unidad de la dirigencia ante la escalada de la pandemia. La presión de la opinión pública choca con el consejo del comité de expertos. La crisis se proyecta a 2021. El voto "coronavirus".

CORONAVIRUS. Horacio R. Larreta, Alberto Fernández y Axel Kicillof, ayer al explicar nuevas medidas.

CORONAVIRUS. Horacio R. Larreta, Alberto Fernández y Axel Kicillof, ayer al explicar nuevas medidas.

Foto: Mariano Fuchila.

La política y la ciencia médica intentan transitar el mismo sendero. Por ahora los senderos no se bifurcan. Alberto Fernández enfrenta el dilema de tomar medidas más drásticas para contener la pandemia de coronavirus, en sintonía con la presión de la opinión pública, o intentar llevar tranquilidad en base al comité de expertos infectólogos en medio de un escenario ya desbordado y regionalizado por la expansión de la enfermedad en Europa y Estados Unidos.

Anoche en Olivos -ver nota página 13- chocaron esas dos cosmovisiones frente a la crisis. El Presidente venía de advertir en una entrevista con Radio 10 que estaba en estudio poner al país en cuarentena y frenar la economía durante 10 días. La supervivencia doméstica y el consumo local volvieron así a desplazar como prioridad la reestructuración de la deuda. Con el FMI como aliado, el Gobierno nacional tendría asumido el costo de licuar un eventual default ante acreedores privados en medio de la pandemia del coronavirus. Si la “sostenibilidad de la deuda” era imposible de abordar antes de la pandemia, con la economía frenada y con una disparada del gasto público de 1700 millones de pesos sólo para sostener la declaración de emergencia sanitaria, el coronavirus se encargaría de cerrar la estrategia de la Casa Rosada ante los fondos privados de inversión.

¿Cuánto durará la crisis global? ¿Cómo quedará parado el país, y el gobierno nacional, después de la pandemia? Son todas preguntas de índole política que los infectólogos no evalúan. Un sector del comité de expertos que integra Pedro Cahn prefiere avanzar por fases antes de tomar medidas más drásticas en materia de aislamiento y freno de la actividad económica. Pero la política tiene otros tiempos. Si el brote recrudece, y se replica el próximo año, el voto “coronavirus” se colará en la campaña electoral de medio término el próximo año.

La política ensaya, entonces, un pacto de no agresión. Fernández sentó ayer en Olivos a Horacio Rodríguez Larreta junto a Axel Kicillof. “En este momento no somos peronistas o no peronistas, kirchneristas o no, y del PRO nacionales y populares; somos argentinos con un problema”, remarcó el primer mandatario. “Tal vez nos ayude el coronavirus a terminar con la locura del enfrentamiento y la confrontación. Tenemos que cuidar la salud nuestra y de los nuestros”, expresó Fernández en declaraciones formuladas a Radio 10.

“Estamos analizando hacer un corte. Determinar que por un plazo determinado toda la gente se quede en su casa. Si lográsemos que durante una semana entera toda la gente se quede en su casa podríamos parar el virus. Pero hay que tener en cuenta que todo esto tiene consecuencias económicas”, advirtió el Presidente. Y recordó que la Argentina está “en recesión”: “No podemos dejar que se profundice. Por eso tomar una medida como detener todo durante 10 días para que la gente se quede en su casa puede generar muchas complicaciones”, fue la duda que planteó Fernández.

“La gente tiene que cobrar igual, porque no se va a morir de coronavirus pero sí de hambre”, manifestó. “Hay que garantizar el salario para el que se queda en su casa por orden del Estado y garantizar créditos blandos para que el que deja de producir pueda sobrevivir”, subrayó. De todos modos, expresó que “todo lo que pueda hacer la gente por no circular, debe hacerse”: “Si en el trabajo toleran su ausencia, pues quédense. El virus circula porque nosotros circulamos”.

Anoche, Victoria Tolosa Paz, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, informaba que se suspenden todos los operativos de entrega de Tarjeta AlimentAR. Una inyección de fondos de aproximadamente 1.000 millones de dólares destinados al consumo de alimentos de primera necesidad. La medida impacta especialmente en el conurbano bonaerense donde distritos de distinto signo político como Escobar, Esteban Echeverría, La Matanza o Vicente López declararon emergencia sanitaria y constituyeron comités de crisis.

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