17 de octubre 2001 - 00:00

Aerolíneas tendrá división de cargas, anunció Marsans

Al menos 10 de los 49 aviones de pasajeros que opera Aerolíneas serían destinados a la nueva unidad de cargas que proyectan los flamantes dueños.
Al menos 10 de los 49 aviones de pasajeros que opera Aerolíneas serían destinados a la nueva unidad de cargas que proyectan los flamantes dueños.
Escribe Richard Leslie Ramsay

En este sentido, cabe creer en la buena predisposición del grupo Marsans, que luego de ganar la licitación, se comprometió a mantener cada uno de sus compromisos de inversión y contratación con los empleados.

Actualmente, Aerolíneas cubre menos de 30 por ciento del mercado de cabotaje y en el internacional tiene 10 por ciento de lo que operaba hace 8 años. En los últimos meses, con la explosión del conflicto interno, ganaron mucho terreno incipientes compañías domésticas como LAPA, SW y Dinar.

Sin embargo, en diálogo con este medio, el vocero local del grupo Marsans, Julio Scaramella, aseguró que «ahora, con el monstruo volando otra vez, y con la agresividad que lo vamos a hacer, les va a costar mucho hacernos frente». Es un buen mensaje. Aerolíneas quiere volver. Y lo quiere hacer en grande. «Hay que recuperar frecuencias y destinos, que algunos los ha birlado Iberia- sostuvo el portavoz-. Se está pagando el precio de administraciones estatales. Pero vamos a recomponer el tema rápidamente. Vamos a hacer una reingeniería en los vuelos de cabotaje sin dejar ningún lugar desamparado, pero tratando de usar los aviones debidos. Porque había lugares en que los aviones de Aerolíneas iban vacíos y volvían vacíos, cuando se podían mandar máquinas más operativas y económicas.»

Este proceso de reingeniería comenzaría en 20 días más, cuando las nuevas autoridades tomen la dirección de la línea.

Para tranquilidad de los usuarios, Scaramella señaló que «el estado de las naves está bien. Hubo, a pesar de estos conflictos, un mantenimiento bueno. Se cumplieron las inspecciones debidas. Además, todo el personal tiene su entrenamiento al día. La empresa está en condiciones de salir a volar como corresponde».

Asimismo, confió en una rápida recuperación del negocio, dado que «la gente está con Aerolíneas», y explicó que una de las primeras mediadas será crear una empresa de cargas aéreas con la que se espera facturar unos 90 millones de pesos adicionales. «Aerolíneas tiene una flota de 49 aviones, 10 de los cuales ya no son económicamente aptos para pasajeros. Entonces se ha pensado en crear una empresa paralela de cargas. Se hará la reconversión en los lugares de origen de las naves para portones de cargas. Eso se va a hacer en forma inmediata; en cuanto asumamos en la empresa va a haber un equipo que se va a poner a trabajar en este tema. No entiendo por qué no se les ocurrió antes este tema. Yo creo que con un buen servicio de cargas de los productos perecederos, vamos a funcionar. Es un tipo de mercaderías que necesita un transporte rápido y eficiente. Conscientes de eso vamos a llevar adelante este proyecto», mencionó Scaramella.

•Conflictos

Pero no todas son rosas para los nuevos dueños de la empresa. «Hemos recibido una pesada herencia», se quejarían si fuesen políticos. Pero no. A pesar de la convocatoria de acreedores, de los conflictos con los gremios, del momento crítico que atraviesa el negocio aeroportuario, el grupo Marsans mantiene el optimismo.

Con respecto a la relación con los representantes gremiales, Scaramella comentó que «hemos tenido algunos contactos. No todos van por el mismo camino por cuanto una eventual negociación no puede ser global. Yo noto una permeabilidad hacia esta nueva administración. Los veo bien dispuestos y colaboracionistas. Yo creo que los gremios se están inclinando a creer. Sé que tienen toda la razón del mundo para tener dudas, porque los han vapuleado mucho. Pero nosotros tenemos también derecho a pedirles que nos crean. Si todos somos Aerolíneas, todos tenemos que tirar para el mismo lado. Sin las 6.734 personas, Aerolíneas no es más que aviones descansando en la pista. Sin ellos no funciona».

Para acercar partes, el grupo Marsans se comprometió a no realizar despidos durante dos años. Según el vocero, «se pagaron los salarios y se está hablando de un plan de incorporación de gente, porque para las cargas vamos a necesitar gente especializada. Este es el momento para creer. Es un proyecto a futuro».

El otro tema conflictivo es la convocatoria de acreedores que realizó la SEPI y con la que deberán cargar los nuevos operadores. En principio, Scaramella destacó que «a la empresa Marsans no le sirve tener una convocatoria en funcionamiento. Pero ahora, la convocatoria tiene que avanzar para conocer la totalidad de la deuda real de Aerolíneas, que se calcula en 1.200 millones. No nos podemos arriesgar a que nos paren aviones por deudas impagas. Entonces hay que levantarla lo antes posible, pero tenemos que saber primero cuál es el monto real. Hay tramos legales que son imprescindibles. Los programas de millaje se van a respetar porque es parte de la deuda, de lo que se prometió y entra dentro de la convocatoria de acreedores».

Además, expresó que «Aerolíneas fue siempre una empresa del Estado, y las empresas del Estado siempre tendieron a hacer ‘eneficencia’ porque el Estado las bancaba. Pero el Estado ahora no puede bancar a nadie. Además, es la primera vez que Aerolíneas va a ser realmente privada. ¿Existe algún empresario que ponga un peso para no ganar dos? Pero es una empresa de servicios. Obviamente, una empresa de servicios también debe dar servicios de solidaridad. Eso es una cosa, otra cosa es darle una chequera a un diputado para que se traslade de destino cuando quiera. Eso va a cambiar».

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