Fancap denuncia un cierre encubierto en el portland y alerta por un fuerte impacto laboral

Desde la Intendencia sanducera también expresaron preocupación por la pérdida de actividad y el aumento del desempleo en el litoral.

La planta de portland de Paysandú quedaría relegada a un rol de respaldo, según el plan oficial cuestionado por trabajadores y autoridades locales.

Foto: Federación Ancap

El conflicto en torno al negocio del portland de Ancap volvió a escalar luego de que la Federación Ancap (Fancap) denunciara lo que definió como un "cierre encubierto" de la planta de Paysandú, a partir del nuevo plan de trabajo presentado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) junto a la presidencia del ente.

Según el sindicato, la propuesta oficial implica una reducción sustantiva de la actividad industrial y deja a la planta sanducera en una situación de virtual inactividad, pese a que desde el gobierno se insiste en que no habrá cierre formal ni recorte de personal.

El dirigente sindical, Eduardo Zabala, explicó que, tras la comparecencia de la ministra del MIEM junto a la presidenta de Ancap, se conoció un esquema productivo que cambia de forma estructural el funcionamiento del sector.

"Desde el Poder Ejecutivo proponen un nuevo plan para ejecutar en los años siguientes, donde la planta de Paysandú pasará a quedar de respaldo para la industria del cemento y prendería su horno en ocasiones muy esporádicas o cuando Minas no pueda prender. Ahí se encendería el horno de Paysandú", señaló.

Zabala remarcó que, aunque el discurso oficial niega cierres y recortes, el contenido del plan muestra otra realidad. "Lo que sale de ese plan es una reducción muy grande de lo que es la actividad industrial. Por un lado dicen que no va a haber cierre de planta ni reducción de planilla, pero cuando uno baja la información y la analiza, lo que hay es un cierre encubierto", afirmó.

"Es inviable y va rumbo al colapso"

Desde Fancap advirtieron que el esquema planteado no es sostenible en el tiempo y termina comprometiendo tanto la producción como el empleo. "Ellos dicen que sigue todo el mundo trabajando, que no pasa nada, pero nosotros entendemos que eso es inviable. Eso que proponen es inviable y va rumbo al colapso, no es sostenible en el tiempo", sostuvo Zabala.

El sindicalista indicó que la asamblea de trabajadores rechazó el plan por dos razones centrales. "Una, porque hay un cierre encubierto, y otra porque desconoce de plano lo que es la función colectiva de la industria", subrayó.

Rechazo desde el gobierno departamental

Las críticas no se limitaron al ámbito sindical. Desde la Intendencia de Paysandú también expresaron su preocupación por la pérdida de actividad productiva y el impacto en el empleo local.

El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, calificó la situación como una mala noticia para el departamento y advirtió sobre las consecuencias sociales y económicas. "La verdad que no era una noticia que queríamos recibir. Estamos conversando con las fuerzas vivas del departamento y lo que vamos a hacer es defender, no solo la fuente de trabajo", afirmó.

Olivera remarcó que, si bien los trabajadores presupuestados de Ancap no estarían en riesgo inmediato, la situación afecta directamente a empresas y personal tercerizado. "No queremos descapitalizarnos como departamento. El litoral ha padecido y sigue padeciendo altos índices de desempleo", señaló.

Pedido de alternativas productivas

El intendente sanducero cuestionó la falta de propuestas compensatorias frente a la reducción de la actividad industrial. "No nos pueden seguir quitando y apagando chimeneas de un día para el otro sin una alternativa", sostuvo.

En ese sentido, planteó que si la ecuación económica del portland no cierra, el debate debe ir más allá del ajuste. "Si dicen que la ecuación económica no da, sentémonos a conversar: ese dinero que se va a dejar de perder, ¿En qué lo podemos poner para hacerlo producir y seguir generando oportunidades en Paysandú?", planteó.

Frente común en defensa del empleo

Olivera adelantó que desde la Intendencia se impulsará una articulación política y social para enfrentar la situación. "Vamos a convocar un grupo de trabajo con los representantes, los diputados, la Junta Departamental y la fuerza sindical para hacer un frente común y pelear por lo que tenemos que pelear", indicó.

"Yo no voy a admitir como intendente que se vayan apagando de a poco las chimeneas sin una alternativa. Administrar responsablemente es importante, pero también hay un impacto económico, social y de desarrollo que no voy a mirar pacientemente cómo se apaga", concluyó.